Después de una dura jornada turística y como colofón final, en un viaje de semana santa a la región vinícola de Aquitana, nos encontramos de bruces con este enorme mercado. ¡Disfruté como una enana!
El problema: nuestro medio de transporte por la ciudad eran unas bicis y para más inri llevábamos una silla porta bebes donde viajaba nuestra hija, así que me tuve que tragar las ganas de comprar de todo y elegir una única pieza que además fuese fácil de transportar. La decisión no fue difícil, desde hacía años soñaba con tener una balanza antigua y … Voilà!