Muchas veces nos encariñamos con objetos de nuestra casa sin necesidad de que sean especialmente valiosos ni antiguos, sencillamente porque nos han acompañado mucho tiempo. Forman parte del paisaje doméstico y queremos conservarlos. Un indicio claro de esa estima es que a menudo tales adornos humildes son regalos muy solicitados por los hijos, cuando montan su propio hogar.
Por ello, cuando esos objetos sufren algún desperfecto, lejos de sustituirlos nos afanamos en repararlos. Es el caso de una amiga, que nos pidió ayuda para arreglar un sujetapuertas al que tiene en gran aprecio porque lleva más de 30 años en la cocina de su casa de la playa. Aprovecharemos la ocasión para poner en práctica una singular reparación que hemos comentado alguna vez en el foro.
He aquí el sujetapuertas, ya recompuesto y prestando nuevamente funciones después del percance. Un golpe de viento lo había tumbado, fracturando el tronco del simpático arbolito. ¡Esperamos que pueda seguir muchos veranos alegrando la cocina de nuestra amiga! Vamos a examinar el arreglo.
Los materiales que vamos a emplear. El adhesivo debe tener máxima eficacia, por lo que utilizaremos la resina epoxi. Y el ingrediente estelar de la reparación es la lata de refresco: la utilizaremos para ?entablillar? la unión, una vez cortada en pequeñas tiras.
Necesitamos mantener la pieza firme y estable durante 24 horas, tiempo que tarda en secar la resina epoxi. Dada la forma irregular del objeto, le haremos un lecho a la medida exacta con una bolsa llena de arena.
Después de comprobar la funcionalidad de nuestro invento, procedemos a elaborar la resina epoxi. Este adhesivo es extremadamente fuerte y se presenta en dos componentes, que deben mezclarse hasta formar una pasta homogénea. Trabajaremos siempre con guantes de látex o vinilo al manejar este producto, y con todo nos lavaremos las manos después de acabar.
Después de limpiar las superficies a unir, aplicamos el adhesivo en las dos piezas, respetando siempre las instrucciones del fabricante.
Llega el momento del entablillado. Cortamos tiras de la lata de refresco, algo que puede hacerse fácilmente con unas tijeras de cocina. Estos envases tienen un tratamiento especial contra la corrosión, que los hace muy apropiados para reparaciones fiables.
Sólo queda afianzar las dos partes del arbolito con las tiras de chapa, por la parte trasera, después de aplicar nuevamente resina epoxi. De esta forma hemos multiplicado la superficie de adherencia, que era bastante limitada si nos limitábamos a la sección rota, y obtenemos así un refuerzo bastante fiable. ¡Esperamos que nuestra amiga pueda confirmarlo al final del verano!