La pintura es uno de los recursos más efectivos que existen a la hora de renovar los muebles que tienes en casa. Además de ser una solución económica, también es fácil de aplicar y los resultados son muy buenos. Si ponemos a trabajar nuestra imaginación podemos convertir muebles de lo más convencionales en auténticas piezas espectaculares.
Sin embargo, a la hora de decorar un mueble con pintura cometemos errores que, si no estropean totalmente el resultado, sí lo empeoran de manera considerable. A continuación podrás descubrir algunas de estas equivocaciones comunes.
Priorizar el precio sobre la calidad
Si renovar muebles con pintura es barato, ¿por qué jugárnosla utilizando esmaltes y productos de baja calidad solo por ahorrar? Merece la pena invertir un poco más en pinturas buenas que nos proporcionen el mejor resultado. Son más cubrientes y resistentes, y eso se nota. Puedes emplear pinturas acrílicas o al agua, o pinturas sintéticas o al aceite. Cada una de ellas tiene sus ventajas y sus inconvenientes.También es importante elegir con acierto brochas, pinceles y rodillos. Apuesta por herramientas de calidad y todo irá mucho mejor. De lo contrario, puede que vayan quedando cerdas de la brocha por todas partes al tiempo que pintas.
No preparar el mueble
A la hora de comenzar un proyecto para decorar un mueble con pintura lo primero que debemos hacer es preparar la pieza de la mejor manera posible. Es importante revisarla a fondo para ver si es necesario hacer algún arreglo. Ahora es el momento de encolar una pata si hace falta, de reparar un cajón o de enderezar una puerta.Después, retira los tiradores y los herrajes que tenga el mueble, y límpialo a conciencia. Si vas a cambiar los tiradores por otros diferentes y tienes que tapar agujeros con masilla, o hacer otros nuevos, también debes hacerlo en este momento.
A continuación llega el momento de la limpieza en profundidad. Puedes aplicar un producto limpiador específico o utilizar agua y jabón para eliminar la suciedad. No te olviodes de secar totalmente la pieza.
No decapar la superficie
Puede que hayas decidido pintar tu mueble con pintura de tiza o chalk paint, un producto que se adhiere bien a casi cualquier tipo de superficie, incluso sin necesidad de aplicar una imprimación previa.Sin embargo, y al margen del producto que vayas a emplear para decorar el mueble, siempre es conveniente decapar la pieza, para lograr el mejor resultado. Es necesario utilizar un decapante específico y seguir las instrucciones del fabricante. Aplica el producto de forma generosa, déjalo actuar el tiempo necesario y después retira la capa de pintura reblandecida.
Una vez hayas eliminado toda la pintura vieja del mueble es necesario neutralizar el efecto del decapante frotando la madera con un trapo impregnado en alcohol.
Aplicar demasiada pintura
Una vez hayas reparado y limpiado el mueble que quieres pintar, llega la hora de empuñar la brocha o el rodillo y comenzar a trabajar. Es en este momento cuando se suele cometer uno de los errores más comunes en este tipo de trabajos: pasarnos con la cantidad de pintura que cogemos con la herramienta.Si aplicas mucha pintura con la brocha correrás el riesgo de que aparezcan marcas y goterones de pintura. Es mucho mejor escurrir bien la brocha y dar capas finas de pintura, aunque tengas que dar tres manos. Te quedará mucho mejor.
No sellar el acabado
Una vez hayas terminado de pintar la pieza y le hayas dado las capas necesarias, dejando secar totalmente entre ellas, es importante proteger el resultado final. En muchas ocasiones nos parece que este último paso no es necesario, y nos lo saltamos, dejando la pintura sin una capa de barniz. Sin embargo, esto no es una buena idea ya que el barniz es una estupenda protección para conseguir que la pintura no se deteriore. Puedes aplicar un barniz mate incoloro que no aportará brillo ni cambiará el color de la pintura.Otra opción es aplicar una capa de cera incolora. Debes darla con una brocha redonda y esperar a que penetre en la superficie de la madera. Al día siguiente tendrás que pulirla frotando con un trapo de algodón que no suelte pelusa hasta lograr que quede más o menos brillante. Eso sí, debes tener cuidado con el agua y los líquidos, ya que dejan una marca sobre las superficies enceradas difícil de eliminar.
Tanto si aplicas barniz como si le das cera a tu nueva pieza pintada, lograrás que permanezca en perfecto estado durante mucho tiempo.