¡Vamos a examinar la herramienta más importante del bricolaje! El banco de trabajo aporta eficacia, comodidad y precisión en infinidad de trabajos, especialmente los de carpintería. Este accesorio debe ser ante todo muy robusto, porque el esfuerzo de vaivén propio de numerosas labores, como serrar, cepillar y lijar, inflige gran tensión a la estructura.
Conviene también que al menos la parte superior sea de madera, a fin de evitar arañazos en los montajes que realicemos. Y otro rasgo aconsejable es el peso, que anulará los movimientos de muchas tareas habituales como el lijado. Este catálogo de bancos de trabajo, construidos en su mayoría por nuestros lectores, ofrece respuesta a todas las necesidades
Es de justicia comenzar el inventario con el modelo de Tricky2k, el primero que conocimos en el foro con la gestación completa paso a paso. Nuestro amigo siguió el estilo escandinavo, referente clásico de los bancos de carpintero de todo el mundo.
El ameno post del artista ofrece detalles y consejos muy valiosos para todo el que se embarque en un proyecto parecido.
Con cuatro tablas y un somier de cama desechado hizo Kovakk este magnífico ejemplar. "Está al alcance de cualquiera", asegura nuestro amigo. El extremo donde va montado el tornillo es abatible, y puede recogerse cuando no se usa para dejar libre el espacio.
Experto en el reciclado de palets, nuestro amigo Sances eligió también ese material para su funcional banco, con vocación de labores al aire libre.
Aquí tenemos el simpático diseño de Chel72, un banco de doble función. Nuestro amigo aprovechó un aparador de los años 70, haciendo el banco a la medida para insertar la práctica cajonera. Y por el frente va pintado con esmalte de pizarra, "así tengo a mi hijo encantado y sobre todo controlado".
Aquí tenemos un modelo con armazón de metal, también para trabajos de exterior, realizado por nuestro amigo Jose4190. El montaje mediante soldadura es rápido y seguro, podemos encargarlo en un taller de forja. Y todo el conjunto, asegura el artista, sale muy barato.
Nos parece la mesa de trabajo ideal para salir del paso, habilitando un soporte eficaz ante una emergencia.
Otra opción viable es buscar un banco de segunda mano en anticuarios y carpinterías. Estos muebles son tan sólidos, que siguen prestando buenos servicios aunque hayan alcanzado la tercera edad. El modelo de la imagen proviene de una carpintería antigua que renovaba el equipo y vendía todos los enseres.
Lejos de ser una pieza decorativa, encaja a diario tanto 'potreo' como en sus mejores tiempos: observad que sirve de cancha habitual a una ingletadora y a una sierra de marquetería, además de otras herramientas eléctricas almacenadas debajo.
El banco de Dosmanosizqdas hace honor a lo que comentábamos del peso: ¡nuestro amigo calcula que llegará a los 155 kilos cuando esté acabado! "Consistencia y estabilidad más que suficiente para cualquier trabajo que pueda hacer en él".
Un detalle de gran interés es que el material empleado es madera de obra, la que se utiliza para los encofrados.
"Un día paseando con mis perritos me encontré dos bobinas de cable gigantescas. Se me encendió la bombilla y pensé que de ahí podía sacar tajada", cuenta Jimmypla. Y en efecto lo hizo, fabricando esta bonita y funcional mesa en el porche para los montajes veraniegos.
La preparación que efectuó nuestro amigo es de lo más interesante, sellando todas las grietas y cavidades de la ruda bobina, así como las uniones de las tablas.
Otra opción muy ventajosa con una bobina es aprovecharla directamente como mesa de trabajo en el jardín. ¡Una mesa indudablemente robusta y fiable! En un club de aeromodelismo que visitamos hay varias mesas de ese tipo junto a la pista de vuelo, para que los socios hagan cómodamente los ajustes y reparaciones necesarios sobre el terreno.
Lenamarip estaba harta de trabajar en un tablero montado sobre dos caballetes, "que se movía como un flan", y decidió comenzar el año con este magnífico banco que le ayudó a fabricar su marido.
Los consejos de los foreros en el post ayudaron a perfilar un diseño muy logrado.
En la pista de aeromodelismo antes citada descubrimos otro ingenioso reciclaje para hacerse con un banco no ya robusto sino casi invulnerable. ¡Una arqueta de alcantarillado! Las arquetas siempre son huecas, por lo que podemos redoblar su utilidad guardando cosas dentro, como si fuera una pequeña caseta de jardín.
A tal efecto le montaremos una puerta, cerrando por el otro lado con un tablero o con ladrillos.
¡Y una pieza pequeña a modo de propina para terminar! Un tronco de árbol nos brindará un excelente soporte para realizar trabajos diversos en cualquier emplazamiento, dentro o fuera de casa. Incluso podemos transportarlo, como el artesano de la foto que estaba en un mercado medieval.