Cambiamos de estilo, pero no de elementos para crearlo.
Esta vez ha sido creación por propia iniciativa e inspiración. De vez en cuando hay que darse el gusto de hacer lo que quieres y como quieres.
Así surgió esta mesa de estilo industrial. Estilo que siempre me ha llamado la atención, tiene algo que me atrae...
Para ello utilicé dos cajas de vino grandes, una pequeña (haría las veces de cajón), la tapa de una de las cajas y unos perfiles de baldas que había en la buhardilla hace años.
Lo primero fue cortar las piezas a la medida que necesitaba. A las cajas les rebajé la altura para quitarles profundidad. Después las patas y dos trozos más para sujetar la balda que le pondría.
A la caja pequeña, que sería el cajón, le corté uno de los lados ya que de fondo se pasaba la medida.
Una vez cortado todo, lijé todas las piezas y, antes de teñir, pintar y barnizar, monté la mesa para asegurar que las partes encajaban con tirafondos. Así ya tendría marcados los orificios donde habría de taladrar para luego montarla con los tornillos que finalmente llevaría.
Para el cajón: a la balda le pegué, a un lado una lama de madera y al otro un listón que harían de guía al mismo.
Hechas las comprobaciones oportunas teñí la madera con tinte al agua (mezcla de roble y nogal con agua y una pizca de wengué). Para después dar dos manos de barniz.
Las patas las pinté con pintura en spray negra mate, quedaron perfectas.
Seco todo, tocaba montar el puzzle. Todo ello sujeto con tornillos exagonales, arandelas y tuercas.
Para acentuar el estilo no podían faltar unos números, que pinté con unas plantillas y con la técnica del estarcido.
Para el tirador, utilicé la misma cuerda que traía la caja.
Le puse fieltro a las patas para no marcar el suelo al moverla y... ¡Listo! La di por terminada.
Si no te detienes y continuas, si buscas, si te informas, en las formas te educas...aprendes y luchas.(Cinacci). Eskerrik asko !
¡ Hasta pronto!