El origen era una puerta de un armario de la cocina que me regaló Diego el Carpintero. Muchas gracias por toooooooodo lo que me da y especialmente por las ideas. Diego se crió en una carpintería y es capaz de hacer desde el mueble más moderno hasta el portón de aire rustíco más precioso que haya hecho nunca nadie. Puertas, armarios, cocinas... cualquier cosa pueden hacer unas manos que se han pasado un montón de años trabajando la madera al frente de CARSANVI.
Cómo convertir una puerta de un armario de cocina en una pizarra.
Y aunque no lo parezca, transformar una puerta de un mueble de cocina en una pizarra lleva bastante trabajo. Hasta que logras que la pintura quede cómo quieres hay que dar muchas manos. Aunque aviso que hay truco.
Cómo reciclar una puerta de cocina en una pizarra casera
Paso 1: Imprimación.
Me están preguntando bastante sobre la IMPRIMACIÓN. Como expliqué en un post anterior, la imprimación es un tipo de pintura que se emplea para preparar las superficies antes de pintarlas. Hay diferentes tipos según el objeto que vayamos a tratar. Existen imprimaciones para las rejas o para madera. Aunque el objetivo de todas ellas es por un lado, evitar el deterioro de la pieza y por otro, mejorar su adherencia. Encontramos imprimaciones en color blanco, pero también se venden con color. Su precio es un poco más elevado que el de las pinturas acrílicas, aunque sin duda alguna pueden llegar a ser fundamentales cuando queremos pintar plástico, metal o cristal. Sin recomendar ninguna marca concreta, creo que es esencial usar una buena imprimación en casos como éste. La puerta estaba barnizada y tenía tapaporos. Cuando tratas de lijar y sólo sale un polvillo blanco, lo mejor es desistir y emplear imprimación. Si han usado tapaporos en el mueble que quieres pintar, por mucho que lijes, es imposible quitarlo. Así que para ahorrar trabajo y esfuerzo, hay que imprimar.
Puerta de madera pintada.
En este caso, compré una imprimación nueva. De una marca que no había usado nunca y que me sirvió para reafirmarme en la importancia de utilizar una imprimación de calidad. Con dos o tres capas de imprimación te aseguras que no tendrás problemas a la hora de pintar. Con esta imprimación nueva no sólo no cubría bien la puerta, además cuando empecé a pintar se me iba levantando todo al pasar la brocha.
Paso 2: Pintura de pizarra.
Como me gusta ir probando cosas y ya había hecho mi propia PINTURA DE PIZARRA, me pareció que estaría bien usar alguna de las marcas que hay en el mercado de pintura de pizarra. A veces parece que nos encabezonamos con algo y para evitar prejuicios, pensé que sería bueno ver otras posibilidades. No quiero que parezca que no recomiendo ciertos productos, pero sí que me gusta contar mi experiencia por si sirve de ayuda.
Parte de la puerta pintada con pintura de pizarra casera.
En mi caso, no me gustó nada esa pintura. Sé que la superficie en concreto no era fácil, la capa de barniz y el tapaporos pueden complicar que agarre la pintura. Pero ni la imprimación, ni la pintura de pizarra comprada tenían la adherencia suficiente y me obligaron a dar muchas capas y gastar mucha pintura que en otros casos hubieran sido excesivos. Para la parte de afuera, la más ocre, usé este tipo de pintura y para el cerco de dentro y la parte central decidí añadirle pintura acrílica, cola y escayola. Resultado: mejor adherencia, menos pintura gastada y se extendía mucho mejor. Además, quería que mi pizarra fuera de color blanco. Para lograrlo sólo hay que poner la pintura acrílica del color que nos guste. La pintura de pizarra no tiene que ser oscura, ni tampoco clara, podemos jugar con los colores.
Puerta pintada con pintura de pizarra.
Os dejo un vídeo con la receta casera de pintura de pizarra que uso habitualmente. Aunque ahora me han chivado que la cola de carpintero se puede cambiar por cola de conejo para darle más flexibilidad a la pintura. Eso lo tengo que probar.
Paso 3: pátina con cera.
Como quería darle un efecto desgastado a la puerta, que había covertido en una pizarra, probé dos tipos de pátinas. Primero, una aguada con un tono gris (pintura acrílica muy diluida en agua) y luego, una pátina en cera teñida con blanco de titanio.
Cera teñida de blanco de titanio sobre la madera.
Dejé secar la cera durante unos minutos y la retiré con estopa. Según el tiempo que la dejemos y la fuerza con la que frotemos posteriormente conseguiremos que se note más o menos
Pátina de color blanco sobre madera pintada.
Como conté en un post anterior, las PÁTINAS nos permiten darle un toque personal a los muebles sin gastarnos mucho dinero y casi siempre nos permiten ir rectificando y repitiendo el proceso según nuestro gusto.
Pátina con cera.
TRUCO
Junto a una buena imprimación para preparar la madera otro de los imprescindibles es la estopa. El brillo y la suavidad que deja cuando frotas bien es comparable al de un barnizado.
Madera con pátina.
Ahora mi duda es si le pongo papel para decoupage o si la dejo cómo está. Eso lo tengo que pensar.
Con este DIY me sumo a los Findes Frugales y al reto que cada mes lanzan las Diogeneras. Os recomiendo ambos.
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