Después de darle vueltas a su futura nueva imagen, decidimos que queríamos conservar algo del color negro para que formara parte de ella. No solemos utilizar la vela en nuestros trabajos, pero hoy se hacía necesario su uso para "sonsacar". Con la experiencia, hemos aprendido que, para que un color "salga" de debajo de otras manos de pintura, es necesario aplicar un poco de cera en las zonas elegidas. De este modo, la pintura se adhiere menos, y la lija tan sólo arrastrará la ultima capa, sacando a la luz fácilmente el tono de abajo. Sin la protección de la vela, ¡nosotras nos lo llevamos todo por delante! y terminamos siempre con la madera vista...
Primera mano de pintura, y primer lijado de aristas...
Pasamos de nuevo la vela por ellas, y volvemos a pintar y a lijar las zonas elegidas.
Pero necesita una tercera capa de pintura para lograr el resultado que buscamos, esta vez sin cera para que la pintura agarre bien del todo. Y vuelta a lijar suavemente.
Barniz y cera... ¡y lista para decorar!
Las dos la visualizamos en nuestros respectivos salones, ya sabéis que solemos enamorarnos de todo lo que cae en nuestras manos, pero hay que dejarla marchar...
Hoy nos sirve para acudir al Finde Frugal de Marcela. ¡Esperamos que os guste!
¡Feliz fin de semana!