Un desequilibrio o un mal apoyo puede suponer un pequeño pero aparatoso accidente doméstico en la ducha. Y es que, es muy fácil que la mezcla de agua y jabón nos juegue malas pasadas y provoque algún resbalón, sobre todo cuando tenemos en casa personas mayores, niños o personas con problemas de movilidad. Por eso, vamos a ver algunas soluciones para hacer nuestra ducha más segura.
1 Plato de ducha de obra alicatado. Este tipo de platos se encuentran a ras del suelo, lo que facilita notablemente la entrada. Se trata de platos que están preparados para ser instalados en el suelo, y luego van alicatados.
De este modo, a la hora de cambiar el suelo, dejaremos el hueco en el que irá instalado la base impermeable de la ducha, que irá con la inclinación necesaria para expulsar el agua y con el mecanismo de filtración, y que fijaremos con una mezcla de mortero. Después, solo tendremos que poner el revestimiento o alicatado.
2 Platos de ducha antideslizantes. Otra opción es sustituir el plato de ducha actual por uno antideslizante, perfecto para mejorar la seguridad de toda la familia, ya que reduce el riesgo de resbalones o caídas. De esta forma, podemos encontrarlos de diferentes materiales como, por ejemplo, la pizarra, que además tiene un resultado muy estético.
3 Asientos de obra. Cuando decidimos instalar la ducha de pared a pared, nos queda el suficiente espacio como para dedicar uno de los lados a instalar un asiento de obra, que podemos revestir con los mismos azulejos que la pared.
4 Agarraderos. Instalar agarraderos es una de las soluciones más rápidas y sencillas, aunque lo mejor es combinarla con alguna de las anteriores, para evitar pequeños accidentes en nuestras duchas.
¿Qué os parecen estas ideas? ¿Vuestra ducha es segura?
Imágenes: Blogydeco, La tienda de la mampara, Obra rápida.
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