Aprovechando los escasos viajes derivados del Covid, tuve la fortuna de estar en París. Mi curiosidad por las radios y aparatos antiguos, me llevó a buscar talleres de reparación o tiendas de antigüedades y a Saint-Ouen.
Apenas talleres de reparación de radios... ¡y con sorpresas!
Respecto a talleres de reparación de radios, he de decir que no encontré mucho. Algún taller que parece que reparaba aparatos antiguos, sin mucha explicación ni garantías.Estuve navegando por una web que parecía que reparaba radios. La parte externa, al menos, parece que la realizan con un ebanista profesional. La sorpresa fue encontrarme con la descripción de la reparación técnica. Lejos de respetar los componentes originales, apuesta por una modernización. Esta "actualización" de las radios antiguas incluyen la sustitución del interior, incorporando un altavoz moderno y un amplificador unido a un receptor Bluetooth. Todo por 500 euros. La web es https://www.a-bsolument.fr/
Sinceramente, ¿vale la pena perder el sonido y electrónica original de un aparato que puede tener 60 o 70 años? Nosotros, en Radioexperto, podemos incorporar en la entrada de Tocadiscos o entrada Auxiliar un cable unido a un receptor bluetooth. La musica sonará con la calidad de la radio original, y la calidez del sonido de válvulas. Pero manteniendo la radio original y su electrónica. ¡Sin destrozos!
Visita a Saint-Ouen, "flea market", un mercado de segunda mano "de verdad"
Después de mucho preguntar, me recomendaron que visitase la zona de Saint-Ouen, una localidad al norte de París.Allí pasé la mañana del sábado, paseando entre los múltiples mercados, centros comerciales y mercadillos en la calle.
Saint-Ouen es un conjunto de mercados de antigüedades y artículos vintage con unos 2.000 puestos distribuidos entre 4 mercados, a lo largo de 70.000 metros cuadrados. Según he podido leer, se creo en 1885 y es el mercado de segunda mano más antiguo del mundo.
El conjunto de mercados abre los fines de semana y también los lunes.
Durante la mañana intenté escapar de los puestos más cercanos a la carretera, que son los más concurridos y los menos interesantes. Me recuerda al Rastro actual: zapatillas, cosas de plástico... Nada agradable, y menos en el contexto del COVID.
Pero al pasear por las diferentes calles, te puedes encontrar un conjunto de calles y callejuelas con puestos más interesantes. En mi caso, me llamaron la atención los puestos que tenían muebles de los años 70, con sillas y Chaise Longue, como se puede ver en las fotos.
Primera sorpresa al pasear por Saint-Ouen: Máquinas de fotos antiguas
En particular, y ya pensando en máquinas antiguas, me gustó mucho una tienda de cámaras y artículos de fotografía. Lo que no tengan en esta tienda, no existe!Jardín efímero, un pequeño oasis que contrasta con el ritmo de un mercado muy vivo.
Uno de los pasadizos más interesante es el jardín efímero "Jardin Éphémère", que conecta dos de las calles de mercadillos y es la entrada a un tercero.Es un espacio relajante, con un sendero elevado construido en madera, y plantas y arbustos alrededor. Por un momento hace que pierdas el ritmo frenético de las calles de Saint-Ouen.
En la parte central de este jardín efímero se encuentra la entrada a otro de los edificios que alberga un mercado de muebles y decoración antiguos.
Por fin, el Marché Dauphine
La mayor parte del tiempo lo pasé en uno de los mercados principales, el Mercado "Marché" Dauphine. Está ubicado en 132-140 Rue des Rosiers, 93400 Saint-Ouen.
Se ubica en un edificio cubierto, con una plaza central y diferentes pasillos organizados a lo largo de dos pisos.
A pesar de que mi búsqueda de radios antiguas no tuvo excesivo éxito, me cautivaron bastantes cosas de este mercado que espero que os gusten también.
Lo primero que destaca al entrar es la plaza central, ocupada por un platillo volante de grandes dimensiones. Se trata de Futuro House, un ejemplo destacado del diseño Space Age de los 70.
Toda una declaración de intenciones de este mercado y un excelente motivo para dedicar más tiempo e investigar entre todas sus tiendas.
¡Un platillo volante en medio del mercado Dauphine!
Futuro House (casa Futuro) o Futuro Pond (casa tanque) es una casa prefabricada y diseñada por el arquitecto finlandés Matti Suuronen. Se construyeron solo unas 100 durante la década de 1960 y 1970. La Futuro House se construyó con poliéster reforzado con fibra de vidrio, poliuretano, y polimetilmetacrilato, sus medidas son 4 metros de alto y 8 metros de diámetro.Esta casa es un claro ejemplo de la época de postguerra, que derivó en los diseños de la "Atomic Age" y posteriormente en esta "Space Age" (ver esta entrada de blog sobre esta época espacial). El material utilizado permitía que esta "cabaña espacial" se pudiese instalar de forma rápida en cualquier terreno accidentado. Además, permitía calentarse en pocos minutos. Ideal como casa de fin de semana.
Aunque se diseñó para ser construida en masa, causó mucha polémica, como muchos diseños de esta época Space Age, por lo radical de su concepto. Incluso muchos de los interesados se echaron atrás (perdiendo la fianza inicial). Ver más información de Futuro House en wikipedia
Más tiendas de diseño pop y setentero
Muy cerca del platillo volante nos encontramos un local dedicado a muebles y elementos de decoración muy especiales, de estética pop y Space Age. Nada mejor parta acompañar a la futuro house.En el exterior nos sorprende ver un conjunto de sillas familiares: Las famosas sillas diseñadas junto al pupitre Ozoo en el año 1968, por Marc Berthier (ver esta entrada sobre Marc Berthier).
Tras este reclamo en el exterior del local (un reclamo algo caro, 2.000 euros), entramos en el local y vemos otros elementos decorativos de la época espacial. El primero (ver mueble blanco) se utilizaba en el aeropuerto de París en los años 70 para mostrar el estado de los vuelos. El segundo, (mueble esférico de color rojo) se utilizaba en las calles de París como cabina telefónica. Sin duda, elementos llamativos y futuristas para la época.
Pura estética americana de los 60 y 70
Pasamos a otro lugar digno de dedicar algo de tiempo. Se trata de toda una exposición de máquinas y elementos decorativos que nos llevan a los años 60 y 70 al más puro estilo americano.Aquí podemos encontrar pinballs de todo tipo, junto a gramolas de discos (y algunas más modernas de CD con estilo vintage. No puede faltar el gran letrero de Route 66, y mil y un elementos de decoración que, por un momento, nos trasladan a miles de kilómetros de distancia.
Justo enfrente de este llamativo local - eclipsado por tanto colorido pop - se encuentra un local dedicado a equipos hifi de los años 80. Es prácticamente el único local dedicado a estos equipos. El dueño no era muy comunicativo, y no demostró muchas dotes comerciales para explicarme sus equipos. Dentro de los diferentes aparatos había uno especial, casi de adorno: una máquina para grabar discos de vinilo.
Piso superior, el lugar de los vinilos
En el piso superior, aunque había muchos locales cerrados, había una zona de unos 15 locales dedicados a la venta de vinilos. Me entretuve un rato hablando con algunos de los propietarios de estas tiendas que ofrecen vinilos fuera de lo común. De hecho compré algún disco especial, como por ejemplo un concierto de las mejores estrellas americanas del Soul, que se realizó en Africa en los años 70.El último de los locales tenía un rótulo "todo a 5 euros". Muchos vinilos, en muy buen estado y algunos bastante interesantes. ¡No pude resistir la tentación de llevarme un buen lote de vinilos, de los Beatles a Bob Marley, pasando por George Benson!
La sorpresa para el final de la visita
Lo más sorprendente del piso superior, sin embargo, vino cuando me iba a marchar. Cerca de las escaleras de bajada había una colección de máquinas recreativas de los 80, y pinballs. Ante este reclamo, y casi escondidos, encontré tres equipos realmente únicos: Dos tocadiscos verticales y un sistema Wega (por cierto muy de la space Age).Además, aunque no pude hacerle una fotografía, en el interior del local tenían un aparato Weltron (ver entrada sobre Weltron, en este caso un aparato de los más modernos que en lugar de cinta de 8 pistas, tenía un reproductor de cassette moderno.
El primer tocadiscos vertical es un Sharp VZ-2000 (del año 1982). Lo más interesante de este aparato es que fue diseñado para ser portátil, un "BoomBox" que lleva reproductor de discos (!). Este reproductor, curiosamente (ya es casualidad) lo he visto en un video de youtube de "Gladys Knight and the Pips". En Radioexperto disponemos de dos aparatos similares que estamos restaurando (Sharp VZ-3000 y VZ-3500) que no son portátiles, pero tienen el mismo sistema de reproducción vertical. Un aparato que lee en ambas caras sin necesidad de abrir y dar la vuelta al disco.
El segundo es un aparato vertical, de color negro, muy estilizado y elegante. De la marca británica Bush.
Finalmente, en la mejor estética futurista, vemos el Wega Studio 3213 Hifi, en perfecto estado, con su soporte y sus altavoces a juego. Una maravilla que, sin embargo, tiene su precio para aquellos que se encaprichen y le busquen un espacio de referencia en su salón: El aparato se vende "probado y ajustado por un experto" por el precio de 2,000 euros.
Esperando poder regresar a Saint-Ouen
Ni que decir tiene que fue un sábado muy bien aprovechado. Disfruté mucho paseando por las calles de Saint Ouen, y en especial en este mercado Dauphine que recomiendo a todos los amantes de la estética Space Age y, de forma más práctica, de los vinilos.Como siempre, no dudéis en contactar con nosotros. Podéis hacerlo a través del formulario de contacto de la web
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