Existen determinadas zonas de la casa que, por el tipo de material que las compone, son más difíciles de limpiar y mantener, por lo que quedan fuera de nuestras tareas diarias de limpieza. Por ejemplo, los suelos de parquet o de tarima flotante se mantienen diariamente con la aspiradora o la escoba, pero podemos notar como poco a poco van perdiendo su brillo.
Otro ejemplo son las paredes o suelos de azulejos, que solemos limpiar superficialmente, pero que van acumulando en las juntas toda la suciedad. Por eso, vamos a ver dos trucos sencillos de limpieza que os resultarán muy útiles.
El primer truco sirve para limpiar tarima, parquet y demás superficies de madera. Para ello necesitaréis un cubo de agua y un chorro de vinagre. Con esa mezcla limpiaréis la madera y esta conseguirá devolver el brillo. Además, también tiene propiedades desinfectantes. Podéis verlo mejor en este vídeo.
El segundo truco es para limpiar las juntas de los azulejos. Para ello tendréis que emplear aguafuerte y un cepillo de dientes. Con un poco de paciencia tendréis que ir frotando con el cepillo de dientes impregnado en el aguafuerte.
¿Qué os parecen estos trucos? ¿Los habéis usado alguna vez?