Todavía no ha llegado el verano pero ya vamos notando cómo cambia el tiempo. Dentro de nada estaremos inmersos en el clima soleado y caluroso propio de la época. Ha llegado el momento de poner a punto la piscina para empezar a disfrutarla en cuanto suban las temperaturas.
No hay nada como darse un buen chapuzón cuando el calor aprieta. Por eso, no esperes más y dedica uno de estos fines de semana a poner a punto la piscina. Si tienes la suerte de contar con una en casa, ya sea porque vives en un ático o en una casa unifamiliar.
Ya sabes que no es extraño que pasemos de la primavera al verano en un abrir y cerrar de ojos. Puede que aún los días sean más o menos frescos, pero de las temperaturas actuales al calor intenso hay solo un paso. Quizás te parezca que aún tienes mucho tiempo, pero mi consejo es que prepares ya tu piscina. Así la tendrás a punto cuando la necesites. Hoy te contamos todo lo que debes hacer para dejarla lista para empezar a disfrutarla.
¿Sabes cómo poner a punto tu piscina?
Tener una piscina en casa, aunque no sea muy grande, es todo un lujo. Y no solo para los más pequeños de la casa, sino también para los mayores. No hay nada mejor que un buen baño refrescante esos días calurosos de verano.
Pero para tener la piscina lista para zambullirse lo primero que hay que hacer es prepararla. Si durante el invierno te has olvidado por completo de ella, ahora necesitará que la prestes un poco de atención. Así que deja la pereza a un lado y ponte manos a la obra. Te contamos punto por punto cómo has de hacerlo.
Limpiar las paredes y el fondo
Este es el primer paso del proceso de trabajo para poner a punto la piscina después del invierno. Si aún conservas el agua del año pasado, comienza por vaciarla. Después tendrás que limpiar a conciencia el fondo y las paredes de tu piscina.
Esta tarea es la más ardua, pero es necesario acometerla. Así que no lo pienses y prepárate para una sesión de ejercicio físico. Necesitarás un limpiador desincrustante adecuado y un buen cepillo con mango largo. Comienza por aplicar el limpiador con ayuda del cepillo. Después deja que actúe durante unos minutos (el tiempo recomendado por el fabricante).
A continuación frota con el cepillo las paredes y el suelo de la piscina para remover la suciedad acumulada durante todo el invierno. Una vez hayas hecho esto en toda la superficie interior de la piscina, aclara con agua. Si tu piscina es de gresite, no utilices limpiadores a agua a presión porque podrías estropearla.
El sistema de filtrado
Le toca el turno a la depuradora y al sistema de filtrado. Para hacerlo bien, ve limpiando de manera adecuada cada uno de los elementos que lo componen. Otorga una especial relevancia al filtro que es una de las partes que más se ensucian. Elimina cualquier resto que pueda tener, especialmente de arena.
También tendrás que limpiar a fondo los skimmers (son las ventanas que están en las paredes de la piscina y que sirven para recoger el agua para el filtrado).
Rellenar la piscina y regular el pH del agua
Una vez el fondo de tu piscina esté bien limpio y el sistema de filtrado en perfectas condiciones, es el momento de comenzar a rellenar la piscina de agua hasta el nivel recomendado. Antes de empezar comprueba que la válvula del fondo está cerrada.
Es importante que el pH del agua sea el adecuado. Y para lograrlo tendrás que medirlo para corregirlo si es necesario. El valor óptimo está entre 7,2 y 7,6.
Una vez medido, si el pH del agua de tu piscina está por debajo del valor indicado, tendrás que añadir un elevador de pH. Este producto se vierte directamente sobre el agua, nunca a través del skimmer.
Y si el pH está por encima, entonces tendrás que añadir un reductor de pH, que se aplica de la misma manera que el elevador de pH. Recuerda consultar las instrucciones del fabricante, en cuanto a dosis y modo de uso, para estos y otros productos que tengas que utilizar en tu piscina.
¿Cloro o sal? Elige el tratamiento adecuado
Para que el agua de tu piscina se mantenga en perfectas condiciones necesitarás aplicarle un tratamiento específico, que puede ser a base de cloro o de sal.
Si vas a utilizar cloro, es importante que emplees la cantidad adecuada para que resulte efectivo y no provoque irritaciones ni daño alguno a los bañistas. El nivel óptimo de cloro está entre 1 mg/l y 1,5 mg/l.
Lo mejor es usar un cloro de desinfección rápida. La dosis estará en función del volumen de tu piscina, aunque está en torno a una pastilla por cada 25 m3 de agua. Ten en cuenta que los expertos recomiendan comenzar a tratar el agua a la mitad del llenado de la piscina.
Si prefieres usar sal para mantener limpia el agua de tu piscina, tendrás que aplicar ahora cloro de disolución rápida según la dosis recomendada por el fabricante, y añadir entre 3 y 5 kg de sal por cada m3 de agua, según las instrucciones. Después pon en marcha el clorador salino y el equipo de filtración, y por último regula el pH del agua para que esté en los niveles adecuados.
Como prevención para combatir la aparición de algas, añade un algicida y un floculante, productos que te ayudarán a mantener perfecta tu piscina.
Con estas tareas habrás terminado la puesta a punto de la piscina, y la tendrás lista para usar cuando llegue el calor.
Puedes leer la entrada original y completa en de la revista online Decoración 2.0.