¡Hola!
Hace un año o más, os conté aquí que había recuperado unas cajas de vino. Tras teñirlas con una patina a base de betún de Judea, puse algunas en el salón. Unas cuantas más estuvieron esperando su turno, a ver qué hacía con ellas...
ANTES
DESPUÉS
mueble de la isla de cocina.
Al principio, la idea fue colgarlos juntos pero tampoco quería saturar el espacio de la pared de una sola estancia asi que, con el tiempo, surgieron otras ideas y terminé por hacer unos proyectos para tres sitios distintos:
Para el cuarto de baño
He pintado las cajas de vino de distintos colores y luego barnizado con un barniz incoloro al agua. En dos de ellas tapicé el fondo con un papel pintado que compré en una tienda de bricolaje. Pinté unas rayas en una de ellas porque me pareció que encajaba con el color del azulejo. Las atornillé a la pared y listo.
Para mi espacio de trabajo
Saqué los cajones del mueble de la isla. Los lijé, traté y los pinté. Un retal que encontré en el baúl de las telas me dio la idea con el color a utilizar para la habitación: un naranja Barcelona y un color negro para dar el contraste. Pegué la tela con la pistola de silicona, le atornillé un alambre y varios ganchitos para colgar pendientes y pulseras.
ANTES
DESPUÉS
Para el aseo de invitados
Colgué una de las cajas teñida con patina de betún contra la pared para poner los rollos.
Desatornillé el porta-rollos de WC para fijar el cajón y lo volvi a atornillar. Luego, me quedaba una chapa de madera de la paleta de colores y aproveché para hacer lo mismo con el cuelga-toallas: personalizarlo con unas letras pintadas y ya está!
Eso sí que es reciclaje. ¿Qué os parece?
Anne
anne charriere