Realizar un panel de herramientas es todo lo que debería hacer un aficionado del bricolaje, puesto que, debemos mantener el orden en el lugar donde trabajamos. Es fundamental para que las tareas sean eficaces y agradables, así como para evitar accidentes. Y, como bien sabemos, el caballo de batalla a la hora de ordenar el bricotaller es el arsenal de las herramientas manuales: alicates, destornilladores, llaves, tenazas.
Aquí, como en tantos casos, es muy provechoso aprender de los profesionales por ende, debemos realizar un panel de herramientas fácilmente. Y si nos damos una vuelta por los talleres mecánicos y las carpinterías, veremos que los operarios tienen las herramientas ordenadas en paneles colgados de la pared. Así están a la vez organizadas y disponibles. Vamos a copiarles la idea. Para ello contamos con un providencial hallazgo: un palet de primera calidad, que sin embargo estaba prematuramente roto y desechado.
Para comenzar a realizar un panel de herramientas lo primero que debemos hacer es el desguace del palet. Dado que tiene grandes clavos en cada extremo y en el centro, cortamos con el serrucho de costilla las dos partes libres de cada pieza, obteniendo unas tablas de buen grosor, y medidas muy manejables.
Las tablas sólo necesitan un repaso con la lijadora para alcanzar una calidad más que digna. La madera que se utiliza en los palets de mejor clase es el pino.
A esa altura del trabajo aún no habíamos decidido qué hacer con las tablas. Y entonces nos vino a la memoria el recuerdo de los clásicos paneles de taller, fabricados en madera y con alcayatas.
De esta forma unimos las tablas de tres en tres, con cola de carpintero. Antes las hemos presentado, para cerciorarnos de que la unión es perfecta. Recordemos que el encolado requiere unión estrecha y uniforme en las superficies a montar.
Montamos de igual manera la segunda y tercera porción, con las restantes tablas. Podemos apreciar en la fotografía la excelente calidad de la madera.
Una vez que la cola ha secado, montamos con las tres piezas un solo panel. Para evitar el alabeo, ponemos a cada lado un listón sujeto con mordazas, y a la vez damos presión a los cantos encolados con un tensor elástico de equipajes.
Cuando el adhesivo ha terminado su trabajo, abordamos el barnizado del panel. Hemos elegido un bonito barniz marino, que además protegerá la madera de roces y manchas. Daremos dos manos, rebajando la primera con un 10% de disolvente.
Damos el barniz en el sentido de la veta, recordando que, dado el montaje de las tablas, ahora hay que trabajar a lo ancho, al revés que si pintáramos el palet directamente.
Satisfactorio aspecto de nuestro panel, después de la segunda mano de barniz.
Dado que el hormigón del muro del sótano es de extrema dureza, vamos a sujetar nuestro panel sin hacer taladros. Con resina epoxídica fijamos dos pletinas de colgar muebles en la escarpa que corona el muro del sótano. Antes hemos quitado el mortero con un cincel.
Para mayor seguridad, respetaremos el tiempo de secado pleno indicado por el fabricante: tres días. Cuando la resina ha fraguado, colgamos de las pletinas el panel, tras hacerle dos taladros.
Y finalmente ya sólo queda poblar de utensilios el vistoso panel. Ganamos así un práctico accesorio en nuestro taller, que nos permitirá reconocer las herramientas de un vistazo, y tenerlas siempre bien ordenadas.