Pocos sistemas de instalación resultan tan sencillos: basta dos operaciones –desenrollar y pegar- para enmoquetar el piso.
Una técnica bastante sencilla que cambiara su habitación.
Cuestión de gustos…
Técnicas de Instalación.
Si ha decidido dar sus “primeros pasos” en la instalación de moquet, no se aventuren con las que tienen base de fibras naturales.
Deje esta para manos expertas, pues el proceso es más largo y laborioso: se colocan mediante bandas engrampadas por todo el perímetro de la habitación.
Fácil y rápido
Las moquets mas comunes son embargo se fijan con cemento de contacto.
Las mas “agradecidas” son las que tienen base de caucho.
Se adaptan como un guante al piso sin tener que estirarlas o tensarlas por los extremos.
En ocasiones –como en el ejemplo práctico de la página siguiente- se recomienda cubrir primero el piso con fieltros; si se obtiene una superficie aun más confortable.
Un poco más complicado
También se puede adquirir moquet de varios colores y combinarlas.
Es cierto que su colocación lleva más tiempo, pero es una buena idea para hacer una decoración distinta.
Además, si quiere darle un toque creativo, puede jugar con diferentes colores o formar dibujos.
Si adquiere moquet en rollo, cuando calcule la cantidad que necesita deberá añadir siempre dos metros mas, aproximadamente, para los recortes.
Que no se mueva.
La mayoría de las moquets se fijan con cemento. Es uno de los métodos más sencillos: se aplica el adhesivo en el piso y se superpone la moquet cuidando que no se formen arrugas o dobleces.
Otra opción –aun más fácil- consiste en tensar la moqueta y fijarla sobre los laterales del piso con cintas adhesivas de doble cara.
El revestimiento queda perfectamente adherido y se evitan las manchas de cemento.
Barras:
Cuando llegue al límite de la puerta, tendrá que rematar el borde con una barra
. Así la moquet no se levantara con el roce.
La mayoría son metálicas, acabadas en plata o doradas, aunque también se encuentran de material plástico en diversos colores.
Además, también sirve para cubrir los bordes de los laterales, aunque generalmente se opta por zócalos de madera.
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