Mascarillas ante la COVID19: La prueba que el sistema de producción va a cambiar.

La experiencia de la pandemia del Covid19, ha significado para mucha gente una desgracia personal. El peligro de la enfermedad ha obligado a reaccionar reactivamente, con mesuras drásticas. 

No voy a juzgar aquí la gestión pública. Pero sí que se ha dado una vuelta del revés a muchos ámbitos y aspectos sociales. Nos ha puesto contra las cuerdas. Y por ello dicen que hemos acelerado algunos cambios que se acercaban paulatinamente.

Aquí hablaré de uno de ellos. Que por trabajo y por afición he podido presenciar. El sistema de producción se ha puesto a prueba.

Venimos de una gran dependencia en importación. Pues casi todo se fabrica en China. El sistema económico regido por el coste monetario, obliga al empresario a buscar el menor coste posible, sin tener en cuenta las externalidades.

Y por ello hemos sufrido escasez de recursos. Lo que ha llevado a que haya batallas comerciales y fallos de logística en productos que se daban por sentado.

Se ha visto claramente con las mascarillas. En España durante la fase previa al pico no había disponibilidad de mascarillas. La gente tuvo que buscarse la vida, y con informaciones muy contradictorias.

Así en este tema, con las mascarillas y EPIs, vemos un ejemplo claro de la situación que hemos vivido. Ha habido reacciones a varios niveles: Solidaridad vecinal, organizaciones makers, y reconversión industrial.

Todos ejemplos de las posibilidades de la producción distribuida, de las cuales he tenido la suerte de ser testigo.

Solidaridad vecinal ante la pandemia.

mascarillas caseras llegan a los hospitales


En momentos difíciles vemos que el individualismo se diluye. En mi localidad, Celrá, se creó un grupo de costura que suministraban el tejido por las casas y volvían para recoger las mascarillas hechas y llevarlas a los hospitales.

Ejemplos así han tenido lugar de forma totalmente altruista a lo largo y ancho del territorio. Ha habido muchas iniciativas locales que se han puesto manos a la obra para fabricar de forma artesanal mascarillas de tela. 

Esto ocurre de forma espontanea. Quiero ponerlo de ejemplo de cómo lo más básico siempre está ahí disponible, aunque no sepamos apreciarlo.

Pero es verdad que las limitaciones de este tipo de producción solo han servido de forma puntual. Si como parece vamos a hacer frente a más estallidos no podemos confiar en exceso en la artesanía. Pues el coste real es mucho más elevado, puesto que se ha regalado.

Ha sido muy buena solución puntualmente para las mascarilla de tela, no solo para sanitarios, si no también para el resto de personal esencial. Pero no sirve para otros tipos de producto más técnicos.

Aficionados Makers: EPIs caseras.

Otro ámbito del que he podido ser testigo y del que precisamente trata este blog es del entorno Maker.

Ha sido genial ver como se ha organizado la gente. La participación que ha habido en el foro ha sido una maravilla. Puesto que la gente compartía la información relevante y se han hecho evolucionar muy rápidamente los proyectos. Y también se han puesto a prueva las idea preconcebidas de lo que es capaz la impresión 3D.

pieza no impermeable, peligro!
Vemos como una pieza llega a manos de los medicos con el grave defecto de no ser impermeable.
Porqué se han visto limitaciones serias para crear objetos impermeables, en un entorno donde estos deben estar homologados, ha provocado algunos problemas. Las mascarillas y ventiladores hechos con impresoras domesticas llegaron a un callejón sin salida. Pero otras soluciones como los escudos faciales y los ganchos para abrir puertas fueron las soluciones perfectas, solapandose ahí la necesidad de los profesionales y las capacidades de impresión.

Y precisamente eso ha sido muy potente: esta capacidad de producción distribuida localmente ha sido un ejemplo brutal de la capacidad que da esta tecnología a nivel doméstico. Han aparecido impresoras 3D de debajo las piedras. Y gente totalmente dispuesta a dedicarle horas a ello.

Además al tener los grupos de diseño en contacto con los sanitarios y con los productores se ha creado una dinámica de interacciones constantes para hacer el diseño fácil de imprimir y muy útil.

escudo facial coronavirusmakers


Algunos enfermeros preferían las versiones impresas a las industriales. Se sentían mejor protegidos al estar completamente cubiertos desde la frente. Y luego aquí en en pocas semanas se cubrieron con creces las necesidades de ese equipamiento.

Otro tema es la dependencia que tenemos a la inmediatez del chat permanente, que es de todo menos práctico para organizarse. Muy útil en grupos pequeños de trabajo, pero absurdo para grupos grandes y generales. Pero eso es opinión personal.

Reconversión industrial.

Y en otro ámbito he tenido la suerte de participar en el proyecto de máscara ALEU. En una pequeña parte, de la que no había tanta urgencia y se externalizó. Así cayó en mis manos poder participar en un proyecto de reconversión industrial, con mucha gente involucrada en diferentes ámbitos, empezando por el Colegio de médicos de Girona, asociaciones maker, estudios de diseño, hasta las empresas de producción industrial que se mantienen en el territorio con capacidad de producción.

mascarilla ALEU
Mascarilla ALEU.
Es un proceso difícil de explicar desde mi posición. Esteve Farrés, que fue el organizador de este proyectazo, estaría mejor capacitado para hacerlo.

Pero básicamente se trata de crear un diseño fácilmente industrializable, con los mínimos componentes. Y aprovechando materiales reciclables, sobretodo para hacer los filtros. Para facilitar el acceso y la durabilidad de la mascarilla. Además este diseño está libre de patente o propiedad intelectual, con el objetivo que sea fácilmente replicable.

De esta manera será accesible en países con menos recursos. Y ya está empezando la implementación de esta mascarilla en Chile.

Ojalá sirva para evitar otra escasez de materiales como la que vivimos las primeras semanas del estallido en los rebrotes que están por venir. Ya que esta mascarilla ha pasado las homologaciones pertinentes.

Este proceso ha sido comparativamente mucho más lento. Ha habido muchos costes elevados, que los han asumido particulares. Pero sin la impresión 3D (Polyjet de HP en PA2 en este caso) no se hubiera podido testear y afinar el producto final tan rápidamente.

Me hace ilusión publicar aquí la parte específica en que participé en el diseño. Esta es la carcasa del filtro de espuma. Como alternativa si los filtros HEPA FFP3 corrugados no estuvieran disponibles, en una región concreta o por escasez puntual. Pronto estará colgado en el github del Tecnoateneu.

Filtro circular FFP2 ALEU


El cambio en la producción

Hasta aquí hemos visto los ejemplos que esta crisis ha puesto de manifiesto. El sistema productivo va a cambiar. Va a haber necesidad de ello. Que forma tomará no lo sé exactamente. Pero lo vivido durante esta crisis estoy seguro que es un ejemplo del futuro que se asoma.

Me aventuro a decir que habrá un auge del Do It Yourself. El intercambio de conocimiento que permite internet facilita bastante aprender las técnicas y habilidades necesarias. Y creo que veremos aparecer muchos cursillos online. La artesanía siempre está ahí. Forma parte del ser humano.

Y veremos aparecer al artesano digital, maker, o como querais llamarlo. Más profesionalizado, y más organizado. Cómo exactamente no lo sé. Pero apuesto que habrá centros especializados. Los FabLabs ahora muy centrados en la educación, seguro que se irán reconvirtiendo a medida que las posibilidades de mercado aumenten. 

Lo vivido con los escudos es un ejemplo de que muchos productos que se encuentran en masa en los Bazares pueden tener su sustituto con fabricación aditiva.

Y claro está, la industria va a adaptarse a esta versatilidad demandada. La hiperespecialización que permite la concentración de la producción seguirá ahí donde está, seguro. Pero la fabricación aditiva es la herramienta perfecta para tener fábricas locales y versátiles. Y no necesita muchos operarios. Por lo que el coste de mano de obra que es lo que limita la industria ahora mismo no va a importar tanto. No vamos a ver nuevas fábricas como las de antaño, eso seguro.

Y todo esto va a ser un terremoto a la propiedad intelectual sobre los diseños. Esta revolución ya se ha dado en el audiovisual. Y va a seguir el mismo camino o similar. Y de hecho están apareciendo muchas soluciones tecnológicas para registrar la propiedad de autor (como safe creative). 

Para terminar esta reflexión, comentan que estudios de tendencias digitales, han detectado que lo que se estaba fraguando y que se tenía previsto que pasase en 6 años, se ha acelerado durante estos meses. Quizá volvamos atrás pero es posible que estos meses hayan sido un teaser de lo que está por venir.

Está claro que no va a ser todo bonito. Pero quizá el futuro que pedía Ralph Schumacher en su libro “Small is beatiful” está a la vuelta de la esquina.



Fuente: este post proviene de Capa Sobre Capa, donde puedes consultar el contenido original.
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