El punto de partida
El reto consiste en cambiar de aspecto unas mesas que sirven de escritorio. Son blancas, largas y estrechas. Pero además, cuentan con alguna que otra mancha, golpes y marcas del uso que han tenido. Son melaminas, es decir, el material en sí mismo no es de una madera de alta calidad. ¿Podríamos tirarlas y poner unas nuevas? Pues sí, pero antes vamos a tratar de darles una segunda oportunidad, porque al final la idea es que sirvan para poner el ordenador y como espacio de trabajo. Y eso, lo pueden hacer todavía. Antes de tirar a la basura vamos a hacer que pasen por unas capitas de pintura de tiza y unas láminas de papel maché.
Mesas de oficinas que vamos a decorar.
Materiales
Vamos a necesitar varios materiales para hacer este cambio de imagen de una mesa de oficina:
– Acetona para limpiar.
– Estropajo metálico para quitar las manchas.
– Trapos de algodón.
– Pintura de tiza.
– Barniz satinado en spray.
– Pegamento para papel pintado.
– Rodillos.
– Papel maché.
– Una tarjeta de crédito (para comprar los materiales y para alisar la superficie).
Papel maché de rayas.
Paso 1: limpieza
En este caso tienen una mancha de cinta adhesiva quitada a medias. No sé si habéis usado alguna vez esas cintas de color marrón que sirven en muchos casos para embalaje. Si las dejas más tiempo del necesario, el pegamento se puede quedar sobre la superficie y da problemas para retirarlo completamente. Para limpiarlo y dejar la mesa de un blanco nuclear podemos usar: acetona, amoniaco, aguarrás o alcohol. Como tenemos esa mancha de pegamento, en este caso, es esencial emplear algún líquido que tenga disolvente en su composición. Dejamos unos minutos sobre la macha y pasamos un estropajo de metal (el nanas de toda la vida). Luego, pasamos un paño mojado con agua para retirar todo.
Paso 2: imprimación
Es verdad que la pintura de tiza agarra muy bien en toda clase de superficies, pero tambié es verdad que tenemos que tener en cuenta el tipo de material en el que vamos a pintar y el uso que va a tener ese mueble. En este caso es una melamina, menos porosa que una madera en crudo, y con un uso diario. Por lo tanto, damos un par de capas de imprimación en spray para asegurarnos dos cosas: que la pintura agarre sin problemas en toda la mesa y que nuestro trabajo de pintura tenga una mayor protección y dureza. No queremos que a los dos días la pintura salte o vaya desapareciendo con los roces habituales que sufre un escritorio. Por cierto, para dar la imprimación colocamos papel de protección en el suelo y damos la vuelta a la mesa para colocarla en horizontal. De esta forma cuando pintemos el spray va a estar recto y la pintura va a salir mucho mejor. Como me explico un poco regular, os dejo una foto, aunque sea de un paso más avanzado para que veáis a lo que me refiero sobre la colocación de la mesa. Es importante proteger el espacio donde vayamos a pintar y a la vez colocar el objeto de tal forma que nos sea mucho más sencillo mover el spray sin necesidad de volcarlo.
Tumbamos la mesa para poder pintarla con spray.
Paso 3: pintamos
En esta ocasión hemos decidio usar pintura de tiza o chalk paint de color mostaza. Como la extensión es grande vamos a emplear un rodillo y una cubeta. Una alumna me contó un truco que me parece muy útil. Ponemos papel de aluminio sobre la cubeta para que el rodillo no chupe tanta pintura y para evitarnos tener que limpiarla. Una vez que hemos terminado el trabajo retiramos el papel y listo!
Pintura de tiza o chalk paint color mostaza.
¿Por qué usamos rodillo? Porque la extensión es grande y de esta forma ahorramos tiempo. Porque queremos que quede bien lisa toda la superficie y porque tenemos poca pintura!!!!! Estamos cortitos de color mostaza y tenemos que economizarla al máximo. Tenemos que tener en cuenta que la capa de pintura con rodillo siempre va a ser más fina que la capa que demos con brocha y que eso nos obliga a duplicar el número de capas. Pero nos merece la pena porque vamos a ir más rápido con el rodillo. Un truco: ahora con el frío y la humedad podemos emplear un secador o pistola de calor para acelerar el secado de la pintura. Pero con cuidado, nunca debemos dejar el punto de calor fijo porque vamos a quemar y levantar la pintura.
Paso 4: Ponemos el papel
Paciencia!!!!!!!!!!! Mucha paciencia porque tenemos que hacer que las láminas de papel maché casen a la perfección. Vamos a emplear un papel decorado con rayas. Lo malo es que si no lo cuadramos bien, se va a notar mucho. Lo bueno es que las propias rayas nos van a servir de guía para lograr que quede todo perfecto.
Damos una capa de pegamento para papel pintado con el rodillo. Como alternativas podemos usar alkil diluido en agua o gel para decoupage. Tomamos medidas sobre el punto en el que queremos colocar el papel. Como vamos a hacer una línea central con nuestras hojas de rayas hacemos cálculo y lo colocamos, en este caso a 22 cetímetro del borde superior. Ponemos la lámina en el canto y vamos colocando con la mano. Un truco: el papel maché combinado con este pegamento permite poder retirar la lámina antes de que quede pegada. Es decir, si está torcida, con cuidado, podemos levantar y volver a poner. Para quitar las arrugas es mejor que no usemos un paño de algodón (lo he probado y no funciona). Una vez que hemos puesto el papel podemos pasar una tarjeta de crédito envuelta en plástico para ir dejando la superficie completamente lisa (lo he probado y sí funciona). Pero en todo este proceso tenemos que tener en cuenta que la humedad del pegamento va a hacer que el papel cambie de tamaño. De hecho nos va a pasar que al pegar la segunda hoja de papel nos vamos a encontrar con que es más pequeña que la anterior. Realmente son iguales, pero dilatan un poco con el pegamento. Así que con paciencia y cuidado podemos ir tirando un poco del papel para tratar de que cuadre con las láminas que hemos colocado con anterioridad. Como digo, mucha paciencia porque cuando tienes tanta raya es complicado que cuadren todas. De hecho, como podéis ver en la foto tenemos las del centro bien cuadradas y por culpa de esa dilatación que os digo del papel, que uno ha crecido más que otro, en la parte de arriba no cuadran. Las arrugas y bolsas de aire pequeñas tienden a desaparecer cuando se seca.
Paso 5: barniz
Como vamos a usar mucho la mesa es esencial darle varias capas de barniz, tanto al papel como a la pintura. Y como la idea es lograr una superficie lisa hemos elegido un barniz en spray. Satinado para que tenga un pelín de brillo, pero sin pasarse.
En estos momentos se está secando la segunda capa de barniz. Así que ya os mostraré el resultado final. Y aquí necesito vuestra ayuda. Son dos mesas: una ya está pintada de mostaza y con papel maché a rayas, pero ¿qué hacemos con la segunda? ¿Qué os parece un color verde oliva y otro tipo de rayas? Como os decía, el problema es tener tantas opciones:
Combinación papel maché y pintura de tiza verde oliva.
Segunda combinación posible.
Tras varias semanas un poco raras volvemos con Inventando el Finde. Si os apetece dar a conocer vuestro blog y contarnos cosas chulas sólo tenéis que pinchar en “An InLinkz Link-up” y dejar vuestra propuesta. No hace falta que sea de esta semana, simplemente algo que os apetezca compartir!
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Si tenéis alguna duda sobre el uso del papel o la pintura de tiza, ya sabéis. Nos podéis dejar un comentario o un mail!
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