Cuando leí la entrada de ese día, me encantó la idea. Decidida a participar le mande un correo para participar. Pero no estaba muy convencida de llegar a tiempo porque eran las tantas de la noche y creía que ya había cubierto el cupo de seis personas. Por suerte no fue así, y puede participar.
Mis regalos para el intercambio slow
El primer regalo lo tenía claro: una tote bag con un dibujo doole o mándala. Tenía el capricho de una hacer una bolsa con esos motivos, me encantan, las veo preciosas y son un regalo perfecto.
Para el segundo regalo no sabía que hacer (uff, no me decidía) cada día pensaba una cosa diferente. Al final fue un mini álbum y todos los complementos para decorarlo. No me gusta decorar los álbumes cuando el regalo creo que la decoración determina mucho el uso del álbum. Por lo que le mandé un buen surtido de adornos de todo tipo para que lo decorara a su antojo. También incluí uno de estos collares y la carta correspondiente.
Para terminar metí todos los regalos en una caja con un porrón de nubes para que aromatizaran, endulzaran el momento y a su destinataria.
Como todo intercambio también recibí mi correspondiente regalo, una preciosidad con mayúsculas (¡¡PRECIOSIDAD!!). Es un jardín de cactus y suculentas hecho a mano. Lo saque de su caja este fin de semana, aprovechando que había ordenado el taller. Si!! Por fin mi precioso jardín tiene un sitio donde estar (y fuera del alcance de Arya).
Me encanto la experiencia del intercambio slow, el probar la meditación, escuchar la música mientras hacia los adornos y el slowly extra para terminar sin agobios. Repetiría sin dudarlo.
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