Hace unos meses tuve la mala idea de pegar un cartel en una puerta. Para hacerlo utilicé cinta adhesiva de doble cara. Pasó el tiempo y cuando intenté quitarlo, el pegamento se había solidificado y aquello no salía. ¡Se había quedado totalmente pegado a la madera!
Estos son los utensilios que utilicé para ir ablandando poco a poco el pegamento.
Usando un poco de alcohol medicinal, y frotando con delicadeza, fue saliendo.
Me daba miedo rascar y rallarla, así que tuve que investigar un poco cómo retirar el pegamento.
La madera, lacada y de color blanco. Al principio estaba hecha un asco, como espero que se pueda apreciar en esta foto:
Trabajoso, pero era algo que había que hacer. Con paciencia conseguí que la marca fuera desapareciendo, y que la puerta volviera a tener su aspecto de siempre.
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