Aquí podéis ver este mueblecito ya restaurado y tambnién, como no, a nuestra gata Juanita. Con ella sí que acierta el dicho "la curiosidad mató al gato". Es realmente difícil que no se cuele en las fotos y cotilee todo lo que pasa. Volviendo al tema:
Os dejo mi minireportaje de cómo se restaura con pintura tiza. Yo he utilizado Rust Oleum en color marron yute.
El mueble estaba muy deteriorado, sobre todo la superficie superior y los laterales:
Primero quité los adornos de la parte superior y rellené los huecos con masilla.
Después lijé con una lija de grano fino y pinté con la pintura de tiza. Listo.
Fijaros en la parte superior, ha quedado impecable.