Pues sencillo, ¡decorar!
Aquí hay solo algunos ejemplos, pero no se trata solo de copiar, se trata de inventar y reinventar, de crear nuevas ideas. Puedes mantener la corteza o no; pintarlo de blanco, si lo que buscas es un estilo más nórdico, barnizarlo si quieres un estilo mas rústico o simplemente dejarlo al natural.
Normalmente se utilizan como mesillas de noche, mesas de centro o taburetes. Pero, ¿qué pasa si le ponemos una pequeña enredadera a un tronco viejo? Pues que tenemos una preciosa maceta con encanto, tanto para exterior como para interior.
Este tronco lo encontré en semana santa en el parque de un pequeño pueblo francés que visitaba, procedente de alguna poda. Aunque mi novia no estaba muy convencida, acerqué el coche y lo cargué en los asientos traseros durante cuatro días. Ni que decir tiene que el olor a madera impregnó el coche los días siguientes.
Cuando volví a casa lo primero que hice fue ponerme manos a la obra: arranqué la corteza que le quedaba, lo lijé para evitar que tuviera astillas, retiré una parte para darle mas carácter y suavicé los cantos con una dremmel para que pareciera mas antiguo. Una enredadera después, éste es el resultado:
Y no solo de troncos vive el hombre, una rama antigua o una buena raíz pueden hacer las delicias de cualquier rincón. Una mesa, un perchero, porta velas...y cientos de cosas más.
Fuente: este post proviene de Decorando y renovando, donde puedes consultar el contenido original.
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