- Zonas exteriores y piscina: No es un elemento del interior de tu casa, pero si quieres poder disfrutar como te mereces de tu jardín o terraza, ha llegado la hora de que quites los hierbajos, desempolves las fundas de tus zonas de relax y prepares, si eres de los afortunados que la tienen, la piscina para un buen bañito.
- Redecora tu casa: Quita las alfombras, cambia las fundas de tus sofás y guarda nórdicos y mantas hasta el próximo invierno. Y es que pequeños detalles como los muebles, los colores de las paredes o los sofás pueden influir mucho en la sensación térmica de tu vivienda. ¡Ah! Y ten presente que los colores claros absorben menos el calor y reflejan mejor la luz. No olvides que las cortinas y estores son un elemento esencial para evitar que entre el sol y mantener la casa fresquita.
- Electrodomésticos: Recuerda que son una fuente de calor y derroche, por ello, intenta hacerte con electrodomésticos eficientes y mantenerlos ventilados y limpios ya que optimizarán tu gasto energético y económico. Aquí tienes más medidas para conseguir ahorrar energía en tu casa de una forma rápida y sencilla.
- Buenos hábitos y costumbres: No te valdrá de nada tanto esfuerzo en equipar tu hogar para el verano y tenerlo todo perfecto si no haces un uso racional y responsable. Entre las diferentes rutinas beneficiosas tanto para ti como para tu casa intenta, por ejemplo, llevar ropa ligera y cómoda para favorecer la sensación de frescor, minimizar el uso, y con ello el gasto. También debes encender las luces o sólo cuando sea necesario, evitar dejarte la tele encendida o el grifo abierto, no abusar del aire acondicionado (esto además repercutirá negativamente en tu salud), etc.
Aquí puedes encontrar más información para preparar tu casa..
Foto: Viviendasaludable.com