Aquí os dejo el proceso de transformación de una vieja mesita de noche heredada.
Esta mesita de noche tenía un color muy oscuro y quería darle un toque más alegre. Además el barniz que tenía por encima estaba muy arañado. Con una máquina lijadora y mucha paciencia conseguí quitarle el barniz y la pintura. Me costó bastante, pero mereció la pena porque un buen lijado es la base para hacer luego todo lo demás.
Procedí a darle dos capas de tapaporos con su lijado entre medias. Después, elegí un tono de pintura beige especial para la madera de las mesitas de noche. Primero una capa, lijado y otra segunda capa, aunque si quieres que te cubra totalmente el color hay que darle más capas, por lo menos así fue en mi caso.
Le cambié el tirador y las bisagras que estaban totalmente oxidadas, así como un pequeño imán que es útil a la hora de cerrar la puerta. Con ayuda de tela marrón, cajas de cartón, gomaespuma y cremalleras diseñe un pequeño cajón, muy útil para guardar cosas (antes si querías dejar cosas, se veían completamente al abrir la puerta). Aunque no se ve, también hice un pequeño forro en el cajón con cartón, tela, gomaespuma y una cremallera ¡Así las cosas que deje en el cajón no estroperan la madera ni la rallarán!
Por último compré unos sticks en una tienda y se los pegué dándole un aspecto otoñal.
Espero que os haya gustado