El ordenador ha ocupado el lugar que tenía la televisión a finales del siglo XX. Le dedicamos muchas horas a lo largo de la jornada, bien por ocio, bien por trabajo, y por ello es una prioridad disponer de un sitio donde sentarnos cómodamente al teclado y colocar todos los accesorios. Curiosamente, el mueble más cercano a esa función es el clásico escritorio de nuestros abuelos.
Así lo entiende nuestro lector Borcadavedo, autor de un diseño realmente conseguido, que veremos en detalle paso a paso de este escritorio hecho en casa. La combinación de madera y cristal confiere a la mesa ligereza y atractivo, y los huecos laterales ofrecen espacio sobrado para almacenar el hardware, los materiales y accesorios que gravitan en torno al ordenador. ¡Veamos los detalles del trabajo!
Nuestro amigo Borcadavedo aprovechará en este montaje los cortes de madera sobrantes que guardaba de muebles anteriores. Una costumbre ahorrativa muy saludable, propia de los buenos bricolegas.
El artista mide escrupulosamente los listones para componer los dos módulos laterales de la mesa.
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