Por qué se pone duro el grifo
Como lo mencionamos anteriormente, después de un grifo que gotea, un grifo duro es el problema más común que hay, la principal causa del endurecimiento es que con el paso del tiempo la acumulación de suciedad o el desgaste de sus partes van generando que poco a poco la pieza se vaya tornando difícil de abrir o cerrar, viéndose afectado en anillo en O de goma que se encuentra dentro del mismo grifo.
Este anillo es el que utiliza el grifo para crear un sellado impermeable en su interior y así impedir y controlar el flujo de agua hacia la boquilla, pero a medida que lo vamos girando y exponiendo a las distintas temperaturas del agua, se genera el desgaste que endurece el anillo e incrementa la fricción del mismo y trae como consecuencia el grifo duro.
Cómo solucionar un grifo duro
Como ya hemos mencionado, el problema se debe solo a una pequeña pieza del grifo, por lo que te alegrará saber que para solucionar un grifo duro no es necesario instalar un grifo nuevo ni tampoco retirar el que ya tenemos para repararlo.
Simplemente debes cortar el paso del agua y con ayuda de tus herramientas de fontanería desmontar la maneta o rosca de tu grifo, luego ubicar la pieza del sellador que hemos mencionado y cambiarla por una nueva que sea exactamente igual. Estas piezas se pueden conseguir muy fácilmente en ferreterías y tiendas especializadas en fontanería, pero como existen varios tamaños te aconsejamos llevar la que acabas de retirar para asegurarte de comprar la correcta.