Los muebles del salón son probablemente los que más sufren el ajetreo de nuestro día a día, pero mantenerlos como nuevos no es difícil si les dedicas algo de tiempo de vez en cuando. Vale con que los conserves limpios del polvo, elimines las manchas que a veces tienen y disimules lo mejor que puedas los arañazos que niños, animales y uso les causan. Con estos consejos tardarás mucho en volver a necesitar comprar muebles del salón.
Limpieza
Tanto si eres de los que limpias el polvo de tus muebles a diario como si limitas esta actividad a una vez por semana, pasar una bayeta a tu mobiliario es suficiente. Lo recomendable es usar trapos específicamente pensados para eso, ya que están hechos de gamuza, un material que elimina la suciedad y la retira con más facilidad.
Si por el motivo que sea los muebles están especialmente sucios puede ayudarte usar un trapo humedecido con agua y una solución jabonosa neutra -pero bien escurrido previamente-. Después pasa una paño seco para retirar los posibles restos de humedad.
También puedes optar por usar algún producto para resaltar el brillo de tus muebles, algo especialmente aconsejable cuando se trata de muebles oscuros ya que en ese tono se nota más cuando está apagado. Hay soluciones especialmente diseñadas para ello que no dañan la madera, pero no es necesario que las usen cada semana, sino esporádicamente.
Mantenimiento: ralladuras y manchas
Más allá de la limpieza, algo muy normal es encontrar en los muebles arañazos, grietas y ralladuras, consecuencia del uso. Las rozaduras y los desconchones son casi inevitables, por mucho que se cuiden los muebles, pero hoy en día existen muchos productos y varios trucos que te ayudarán a disimularlos.
Para eliminar los arañazos poco profundos existen varios trucos caseros de eficacia probada:
-Uno de los más populares es aplicar una masa hecha a base de pasta de dientes y aceite de oliva.
-Si es muy leve se puede eliminar con lápices de cera de colores o pasta para zapatos del mismo tono de la madera a reparar -pasar un paño limpio y seco al acabar-.
-Frotar la zona con unos dientes de ajo hasta conseguir rellenar las marcas, dejar secar y eliminar el sobrante. Después, aplicar una capa de cera.
-Si los muebles son oscuros, un buen remedio es añadir un poco de café soluble a tu producto habitual de limpieza y frotar el arañazo con la mezcla.
Si se trata de una grieta, un golpe o un arañazo de más profundidad, también hay varios métodos para rellenarla:
-Con una masilla hecha con plastilina blanca y azafrán -si se trata de muebles claros-.
-Fundiendo un lápiz de cera de un color similar al del mueble en la grieta a rellenar. Tras dejar enfriar una media hora, retirar el exceso con un plástico y limpiar con un paño húmedo.
Para eliminar una arañazo de un mueble lacado podemos aplicar un poco de cera en spray y, si se trata de un ralladura más profunda, cera transparente.
Igual de sencillo es eliminar las manchas de rotulador o de tinta: humedece un algodón en un poco de alcohol y aplícalo sobre la mancha sin frotar; irá desapareciendo sin perder el brillo.
Si, por el contrario, se trata de una mancha amarillenta -por ejemplo, producida por el sol- realiza el mismo proceso pero mojando el algodón con agua oxigenada en vez de con algodón.
Fuente: Topkit