En muchas ocasiones, hemos hablado de las grandes ventajas de la madera de palé. Se trata de un material muy sencillo, económico, al que podemos sacar mucho partido con un poquito de imaginación. Si hace unos años nos hubiesen dicho todo lo que podríamos hacer con ellos, probablemente no lo hubiésemos creído, pero la crisis agudiza el ingenio y nos enseña materiales tan atractivos como éste.
Podemos hacer camas, sofás, mesas e incluso hoy os propongo que creéis vuestra propia oficina a base de palés. Si trabajáis en casa o en espacios pequeños puede ser muy adecuado, además de económico. ¿Os animáis?
En este caso, lo que vamos a crear son simplemente cuatro mesas a doble altura, por lo que necesitaremos tantos palés como queramos colocar o encontremos. Una vez que los tengamos, lo primero que tenemos que hacer es lijar bien la madera, con un taco de lija gruesa, hasta que consigamos quitar todas las astillas. Una vez lijada, tenemos dos opciones, si queremos conservar su color natural simplemente hemos de aplicar una capa de barniz. En caso de que deseemos que nuestras mesas tengan color, sólo tenemos una capa de pintura específica para madera.
El siguiente paso es colocar los palés unos encima de otros, como en la imagen. Tenemos que conseguir equilibrar el peso y debemos aplicar una capa de cola o clavarlos unos sobre otros, para que no se nos muevan. Por último, en el palé superior, colocaremos un cristal para poder terminar nuestra mesa.
¿Qué os parece? Sencillo, ¿verdad? ¿Habríais imaginado una oficina de palé?
Imagen: oportunitis.wordpress.com