Obtendremos así un adorno muy original para las maletas resturadas, a menudo bañado en emotivos recuerdos. Igual que en tantos casos, como las balanzas, como las radios, lo que tenía mero valor funcional se convierte en un elemento decorativo.
¡Veamos algunos ejemplos de maletas restauradas de nuestros lectores!
Este precioso ejemplar de madera es la maleta que utilizaba el padre de CDC para llevar sus herramientas de albañil. Como podemos imaginar, para nuestra amiga tiene recuerdos entrañables, y la restauró con todo esmero. "Primero la limpié, luego lijé para quitarle los restos de barniz y pintura y masas, luego le di anticarcoma y la tuve en cuarentena como un mes, luego le quité todos los herrajes pues estaban oxidados y deteriorados, y como no eran muy decorativos pues no me importó nada quitárselos, luego di masilla en los sitios donde había fallos, lijé otra vez, di tinte al gusto y después barniz, siempre lijando de cada capa que daba. En una ferretería compré herrajes nuevos y se los puse. La forré con una loneta que tenía por casa, no va pegada sino grapada. A pesar de no ser una experta y no tener mucha idea, me encuentro satisfecha del resultado".
La maleta de Jezabel1 es de un cartón muy recio, material bastante común antaño en la fabricación de baúles y maletas. Nuestra amiga piensa utilizarla para mostrar fotos de la familia.
Nuestra amiga Chilenita es muy aficionada a recuperar toda clase de enseres tradicionales, y naturalmente la maleta no podía faltar en su catálogo.
Una compañera de nuestra amiga Tizana encontró tirada en la calle una vieja maleta. Y sin demora, la artista le aplicó una magistral sesión de rejuvenecimiento, dejándola nueva y flamante.
Finalmente, aquí tenemos la maleta de cuero de Iremg. Nuestra amiga la encontró en el tejado de la casa de su tía, y estaba llena de arañazos y rozaduras. "Lo primero que hice fue limpiarla e hidratarla con un poco de crema. Para las partes que tenían el color claro a causa de las rozaduras, lo que hice fue con un poco de pintura (témpera) marrón y negra le igualé el color, y mezclándola con un poco de crema la pasé con un trapito por las zonas rascadas. Finalmente le di unas pasadas más de crema sin color para darle más hidratación al cuero".
¡El broche de oro para un álbum estupendo! ¿Tienes alguna vieja maleta que puedas restaurar?
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