Está muy de moda utilizar estas cajas de fruta para hacer manualidades y transformarlas en infinidad de objetos decorativos para el hogar. En muchos sitios te explican cómo renovarlas con esmalte o con chalk paint, usarlas para decorar tu boda, hacer estanterías para tu casa, una cama para tu mascota… pero claro ¡¡no hay quien las encuentre!! Las de chapa fina las ves tiradas en cualquier mercado, pero las de madera que son más solidas y resistentes no están disponibles fácilmente.
Tal es la demanda que si las encuentras te las venden por un ojo de la cara, así que aquí no vamos a mostrar cosas que hacer con ella, sino a construir tu propia caja para que después la decores como más te guste.
Para que nos salga rentable realizar una de estas cajas deberíamos usar una madera barata, porque los listones en sí son caros. Podrías usar madera de palet, pero es engorroso el tema de desmantelarlos, mi propuesta es utilizar rastreles .
Cuando ponemos un friso de machihembrado en la pared lo habitual es usar unos listones (que normalmente no están cepillados) para clavar o grapar en ellos las lamas, esos listones son los rastreles. Los suelen vender en packs de 10 ó 12 unidades, normalmente utilizo los que venden en Leroy Merlín. Tienen paquetes de 10 rastreles. Hasta hace poco sólo tenían de madera, pero ahora también los tienen de MDF (aunque no miden lo mismo), cualquiera nos viene bien a nuestro propósito.
Materiales
Rastreles
1 Listón más estrecho que los rastreles (opcional, puedes utilizar uno de los rastreles si no tienes ninguno a mano)
Sierra de calar o serrucho
Cola de carpintero o adhesivo de montaje
Clavos: al menos de dos tamaños, uno que no sobrepase el doble del grueso del rastrel (si mide 1cm, los clavos no deberian medir más de 18mm) y el otro de un tamaño superior
Martillo
Taco de lija de grano medio y fino
Antes de comenzar determina el tamaño de tu caja y calcula cuántas piezas puedes sacar de cada rastrel, así aprovecharás mejor el material.
Para construir esta caja vas a necesitar: 6 piezas para los largueros, 6 piezas para los laterales y al menos cuatro piezas para la base de la caja (aunque dependerá del ancho de tu caja y el uso que le vas a dar). Ahora calcula la altura de los listones internos, lo normal es que si tienes 3 piezas en un lateral multipliques por 3 el ancho del rastrel y le sumes 2 espacios intermedios de al menos 2cm. Aunque todo esto es orientativo, si quieres más o menos espacio entre rastreles deberás tenerlo en cuenta al calcular el largo.
Paso1
Corta todas las piezas con ayuda de una caja de ingletes si usas un serrucho (si no tienes buen pulso con la caladora es lo más recomendable para conseguir cortes rectos).
Pon sobre la mesa dos listones internos y procurando que no se nos muevan pégales 3 largueros que fijarás con los clavos más pequeños. Ayúdate con otro trozo de larguero que haga de tope para alinear los bordes. Pega el de abajo, el de arriba y luego centra el del medio. Deberá quedarte un módulo como el de la imagen.
Paso 2
Cuando tengas los 2 módulos de largueros terminados tendrás que unirlos con los rastreles laterales. Puedes poner los módulos de pie y ellos solitos se sostendrán, pero si alguien te ayuda será mejor. Vuelve a pegar y clavar empezando por la pieza de abajo, luego la de arriba, y por último la del centro.
Ya tendríamos lista las paredes de nuestra caja. Si quisieras usarla como estante colgado de una pared podrías dejarla así y saltarte el siguiente paso.
Paso 3
Ahora vamos a poner el suelo o base de la caja. Es lo más sencillo, ya que es volver a repetir el proceso de pegar y clavar. Ponemos los extremos primero y repartimos los centrales.
La estructura ya está terminada, tenemos nuestra caja de fruta lista y hay que decidir el acabado. Para empezar los rastreles están sin cepillar, su acabado es basto y áspero. Puedes dejarlo así o dar unas pasadas con la lija mediana para desbastar y acabar con otra más fina para suavizar la madera.
Para decorarla puedes: Envejecer con betún de judea rebajado con aguarrás. Pintar en degradé los listones y usar cuerdas en los huecos. Realizar un decapado y decorar la caja con cintas de encaje y detalles de pasta de papel.
Usa estas cajas de fruta como te apetezca:Una estantería para exponer objetos, un cubremacetas, para las toallas en el baño, como revistero, para las mantitas en el salón…
Ahora que ya sabes cómo hacerlas ¿a que te apetece llenar tu casa con ellas?
Seguro que se te ocurren múltiples usos para estas cajas de fruta ¿Los compartes con nosotros?
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