Un día encontré estas dos preciosidades:
Un farol que podría ser una "marquesina" (el personal ferroviario llamaba así a los faroles que utilizaban los jefes de tren en el furgón y en las estaciones que no tenían luz eléctrica).
Y este ¿cenicero?
Otro día encontré este espejo que me parece precioso.
Otro día compré este ¿estante?.
Y la última joya que encontré es esta estufa de leña o carbón (salamandra) a la que le faltan las patas.
Como podéis ver, tengo muchas cosas en el taller esperando su turno. En próximas entradas os iré enseñando su transformación y su lugar definitivo en mi casa.¡FELIZ SEMANA!