En este reportaje veremos la realización de un estanque en el jardín de nuestra lectora R0sit4. Es un ejemplo de gran envergadura, mucho mayor de lo habitual en urbanizaciones, que incluye un espectacular torrente aprovechando el talud del jardín. Lo primero que debemos hacer, aconseja nuestra lectora, es elegir el lugar más apropiado para situar el estanque, buscando que no reciba demasiado sol, porque entonces el agua se pondría turbia.
Aquí vemos ya terminado el magnífico proyecto realizado íntegramente por la eficaz cuadrilla familiar de R0sit4. La ubicación disfruta de una razonable proporción de sol y sombra, aunque nuestra forera añade que no debemos preocuparnos por ello en exceso, ya que la turbiedad se soluciona con una buena bomba y un buen filtro.
Para la fase de replanteo, R0sit4 explica que una vez decidida la ubicación, lo más conveniente es delimitar con cuerdas el perímetro, y también con cuerdas los distintos niveles de profundidad. Esto último es esencial si queremos poner plantas, porque algunas especies viven bajo el agua, otras en la ribera, otras semi sumergidas, y todas son preciosas y tienen una función en el pequeño ecosistema.
"Una vez hecho el replanteo, toca cavar, siempre desde dentro hacia afuera (para no trabajar dos veces, claro). Una vez excavado todo, mediremos bien la superficie a cubrir por la lona de polietileno, que permite la impermeabilidad necesaria". Nuestra amiga recomienda medir la lona con holgura, aunque no es barata, porque si nos quedamos cortos tendremos que hacer el estanque más pequeño, y en cambio si nos pasamos basta recortar.
"Antes de poner la lona hice un encofrado por todo el estanque, porque la tierra no me parecía lo suficientemente asentada y temía desmoronamientos". Una vez extendida la lona, nuestros amigos llenaron por completo el estanque, para que el lecho del fondo y el tejido asentaran con el peso del agua. Mientras tanto, la afanosa cuadrilla revestía con hormigón las orillas del estanque.
Observemos que previsoramente no revistieron todo el contorno, ya que alrededor del estanque van los tubos para el riego del jardín y los goteros. "Si hay una fuga, no me seduce picar el hormigón, mejor tapar con hiedras y gravilla, y listo".
Una vez terminado el solado de albañilería, empieza la fase decorativa, que como afirma R0sit4 es lo más agradecido. "Hemos puesto por todo el borde piedras de río y corteza de pino, y hiedras que al crecer vayan tapizando el borde del estanque".
En la realización de la cascada, el proceso es parecido: cavaron haciendo el cauce, luego pusieron lona de polietileno, y cubrieron con piedras. Nuestra amiga nos previene contra las curvas en los cursos de pendiente pronunciada, por el riesgo de desborde. "Arriba del todo, donde nace la cascada, hay dos pozas, una para almacenar el agua suministrada por la bomba desde el estanque, y otra más pequeña, que alimenta el torrente".
Los artistas eligieron una variedad de hiedra apta para cubrir el geotextil verde, a fin de que el talud del río esté pronto lleno de vegetación.
¡Obra completa y acabada! La simpática caseta rojiza aloja las bombas, el filtro y las electroválvulas además de los programadores de riego y losa interruptores para las bombas. "La construí con unas maderas que me sobraron del encofrado, y un tejadillo del Leroy", cuenta nuestra amiga R0sit4.
¡Damos nuestra más sincera enhorabuena a toda la cuadrilla!