Aprende a instalar un altillo móvil

El techo como almacén

Instalar un altillo móvil es una buena opción cuando estamos carentes de espacio. Pero si aguzamos el ingenio exprimiremos al máximo cada rincón, encontrando huecos libres donde no se sospechaba.

 

Una vez colmatadas las paredes, queda un gran sitio vacante: !el techo! Donde la altura lo permita podemos colgar una pequeña plataforma para guardar chismes, cajas o maletas.

 

Y aunque la carga resulte pesada, un juego de poleas hará posible subir y bajar el altillo a mano, sin esfuerzo. El sistema resulta muy práctico para sótanos y garajes.

 

 

Vamos a realizar un altillo de sombreros para el taller de una diseñadora. Hemos fabricado un bastidor ligero, dado que los sombreros pesan poco, y le pondremos malla de alambre para que el contenido pueda verse desde abajo



En la ferretería hay malla de varios calibres; escogemos el mayor, dado que es el más barato, y no le colocaremos objetos pequeños. Primero sujetamos la malla al bastidor con las prácticas pinzas, y luego le daremos tensión al clavarla



“Cosemos” la malla al bastidor con grapas en forma de U, poniendo debajo otro listón para nivelar con las pinzas. Estas grapas tienden a hundirse más de un lado, debemos clavarlas bien para que no asomen por el flanco del listón.



Con una adecuada herramienta de corte eliminamos los “flecos” de la malla muy rápidamente. Usar los alicates para esta tarea sería lento y fatigoso.

Una vez cortados todos los alambres, la mejor solución para evitar rasguños y enganchones es fijar encima un listón fino. Dado que no habrá pleno contacto entre las superficies, en vez de cola procede usar un adhesivo sellador



Ya está montada la malla en los cuatro lados del marco. Pero nuestro ligero bastidor todavía no es una estructura fiable. Observemos que la tensión del alambre curva los listones; ello será después beneficioso para reforzarlos



La pieza decisiva de nuestro montaje. Las cuatro “torrecillas”, añadiendo muy poco peso, refuerzan considerablemente el bastidor, y sujetarán la baranda de cuerda. La curvatura de los listones antes mencionada favorece el encolado



Como fijación para la cuerda pondremos unos cáncamos abiertos. Pero resultan de grosor excesivo para nuestras torrecillas y la rosca podría romperlas. ¿Qué hacer? Muy sencillo: en vez de enroscarlas hacemos un taladro

…y sencillamente usamos resina epoxídica para fijar los cáncamos. Es una solución excelente cuando hay riesgo de que una rosca de buen tamaño tronche la madera. Para manejar la resina siempre nos ponemos guantes de vinilo.

Dado que la resina es muy viscosa y no gotea como la cola, la introducimos usando el mismo tornillo. No olvidemos poner entonces la abertura del cáncamo hacia fuera, porque será imposible una vez que la resina haya secado.

La resina tiene un tiempo de secado bastante largo, necesita varias horas para solidificar. Y llegado ese momento sólo falta poner la baranda de cuerda. Su función es impedir que los sombreros se caigan por los lados, sin dañarlos.

Y ya tenemos nuestro altillo de sombreros listo para desarrollar sus funciones. Sólo falta colgarlo del techo mediante un aparejo que nos permita bajarlo y subirlo a mano cómodamente. Eso lo veremos en el próximo reportaje.

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