A mí, personalmente, me encanta y hace que se me pasen gran cantidad de ideas por la cabeza. Qué haré con él, de qué color lo pintaré, dónde lo pondré...En fin esas preguntas que hacen volar nuestra creatividad y qué nos alegran por lo menos el día.
Os invito a que cuando encontréis un trasto viejo por casa, o en algún otro sitio, lo reinventéis, lo recicléis y le déis ese toque personal que haga que cuando lo terminéis, no paréis de mirarlo cuando paséis por al lado.
Hace poco me encontré un trasto viejo por la calle. Ésos que cuando pasas para muchas personas no significan nada, pero que a ti te invitan a renovarlo por completo y a cambiarlo a tu modo.
Os dejo los pasos y las fotos para que le echéis un ojo y así os voy comentando cada uno de ellos:
2. Ya estando lijado, podéis pintarlo del color que más os guste. Yo escogí el rojo porque es el que más va con la estancia en el que lo he colocado. Lo recomendable es darle dos capas si no queréis echarle imprimación previamente.
Si la madera está un poco en mal estado y tiene huecos, antes de todo, tenéis que rellenar la madera con pasta de masilla o resanador de madera, que en cualquier tienda de bricolaje encontraréis.
3. Una vez secado el mueble durante 24 horas más o menos, si lo deseáis podéis darle vuestro toque personal. En mi caso, he forrado los laterales interiores y la parte inferior con retales de tela que tenía por casa. Para pegarlo he escogido una cola de pegamento específica para pegar de tela a madera. Si lo preferís también quedaría muy bien un adhesivo en vez de la tela.
4. Una vez puesta la tela y habiéndola dejado secar durante media hora, se colocan las baldas en las estructura para completar nuestra obra.
¿Os parece una buena forma de ahorro para el hogar? Ya sabéis que reciclar está de moda y más en tiempos de crisis...
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