Para reparar objetos rotos siempre hemos utilizado algún tipo de adhesivo común. Pero la experiencia nos ha enseñado que ciertas uniones no son tan efectivas una vez realizadas. Seguramente alguna vez hemos intentado fijar el asa desprendida de una taza u otro recipiente y ésta se ha vuelto a despegar; y no es porque no hayamos esperado el tiempo suficiente para que se fortalezca, sino porque, probablemente, no hemos utilizado el adhesivo correcto.
Las colas son muy diferentes entre sí. Existen adhesivos considerados naturales porque en su composición están presentes productos animales (caseína, cola para madera, etc.) o vegetales (hule, celulosa, etc.), pero también encontramos los sintéticos, formulados a partir de resina, acetato de polivinilo o poliuretano entre otros. Por otro lado, el material de aquellos objetos que son susceptibles de unión es amplio y no podemos aplicar las mismas sustancias en el manejo de la madera que en el del papel, por ejemplo.
Uniones duraderas
Dentro de los criterios que nos guían para seleccionar un adhesivo apropiado se cuenta también la presentación del producto. Los pegamentos pueden ser líquidos, gomosos, con textura cremosa, con aspecto de pasta, en partes separadas que luego se combinan... Con objeto de no cometer errores, lo mejor es estudiar las aplicaciones indicadas en el prospecto.Uno de los pegamentos más utilizados en el hogar es el conocido como instantáneo. Se presenta en envases de plástico muy pequeños y su aplicador es alargado. Está formulado con cianocrilatos, es incoloro, tiene consistencia líquida y se administra gota a gota. Está indicado para superficies de todo tipo, pero en la casa lo utilizaremos sobre todo para arreglar objetos de porcelana, loza y cerámica en general. Su poder de fraguado actúa en segundos, rellenando juntas pero sin permitir el acomodamiento de las piezas. Si podemos, lo elegiremos en versión gel.
Por otro lado, está el pegamento de contacto, también instantáneo sin posibilidad de rectificación. Su consistencia es gomosa y se administra untándolo. Es importante que lo apliquemos en ambas partes y que lo dejemos un tiempo secar antes de proceder a la unión. Los cementos de contacto tampoco rellenan espacios pero permiten una unión flexible. Además, es resistente al agua.
Otro adhesivo común en pequeñas obras de bricolaje es el pegamento epóxico. Se consigue mezclando la resina con un catalizador. Posee una gran resistencia, tanto al agua como a disolventes, pero es altamente tóxico e inflamable. Puede pegar cristal, loza, etcétera, y se presenta en varias consistencias. Se administra con una pistola y permite el acomodamiento de las piezas porque comienza a secarse a los cinco minutos.
Para carpintería
En los trabajos de carpintería son frecuentes dos tipos de pegamentos: el blanco (acetato de polivinilo) y el amarillo (resina alifática). Ambos son excelentes en proyectos sencillos con madera, aunque la cola amarilla es resistente al agua, por lo que es apta para exteriores igualmente. Fraguan pasado cierto tiempo y actuarán mejor si empleamos peso para fortalecer la unión o la fijamos con sargentos.En la fabricación de muebles, se está imponiendo la tendencia de evitar los ensamblajes con tornillos a favor de los encolados. Para esta clase de empresa, es necesaria una adherencia excepcional, por eso es fundamental que conozcamos todas las posibilidades que pueden ofrecernos otros ejemplos de adhesión como la resina plástica (formaldehído de urea), el resorcinol o el poliuretano.