Este proyecto empezó con una búsqueda en ebay hace unos meses. La verdad es que desde que empecé con el reciclaje de muebles he aprendido que el metro y yo no somos muy buenos amigos. Una de mis primeras compras en ebay me supuso pagar por una cómoda que pesaba una tonelada y nos hubiera regalado un par de hernias discales intentando meterla en mi cochecito. Así es que muy a mi pesar, pagué por ella y nunca me la llevé a casa. Pero como de los errores se aprende, cuando compré este armarito con puertas de cristal, estaba segura de que lo podríamos transportar. Y así fue. Con frío y lluvia lo trajimos a casa y aquí sigue desde entonces. La renovación fue bastante sencilla.
Pinté el exterior con Old White de Annie Sloan, directamente sobre la madera y sin lijar. Tras dos pasadas de pintura, le di otra de cera blanca para proteger el acabado y, finalmente, el tinte para madera para quitarle un poco el blanco uniforme que tenía. Para hacer esto, sólo tuve que pasar un trapo de algodón rápidamente por la superficie y difuminarlo antes de que se absorbiera el tinte. Lo más difícil de todo fue pintar los junquillos que decoran el cristal. Utilicé cinta de pintor para evitar manchas pero la pintura no fue el problema, ya que sobre cristal es muy fácil de eliminar. El problema fue la cera, que dejaba rastro y tardé un par de horas en quitarla por completo. El interior lo pinté de gris y los estantes en blanco para crear un poco de contraste. Y claro, lo más importante de todo es lo bien que me lo pasé mientras le daba una nueva vida a este mueblecito.
Lirios
Glass-door cabinet
This project started with an Ebay search a few months ago. The truth is that since I started renovating furniture, I have learnt that the measuring tape and I are not the best of friends. One of my first purchases on Ebay meant having to pay for a chest of drawers that was extremely heavy and would have given us as a couple of slipped discs trying to fit it in my little car. So, to my great regret, I paid for it and never took it home. However, as one learns from their mistakes, when I bought this glass-door cabinet, I was sure that we would be able to transport it home. And that was it. On a rainy, cold evening we took it home and here it has been ever since.
The renovation was pretty straightforward. I painted the outside with Annie Sloan’s Old White, directly on the wood and without sanding. After two coats of paint, I applied the clear wax to protect the finish and, finally, I used wood die to give the piece some texture. In order to do this, I used a lint-free cloth and applied it lightly on the surface, spreading it before drying. The most difficult thing was to paint the moulding decorating the glass door. I used some masking tape to avoid stains but the paint was not the problem as it was very easy to remove from the glass. The problem was the wax because it left plenty of residue and took me a couple of hours to remove completely. The interior was painted in grey and the shelves in white, to create some contrast. Of course, the most important thing was how much fun I had whilst giving this little piece of furniture a new lease of life.
Lirios