Vuelvo para enseñaros el cambio que le he dado a una puerta de un viejo armario
La he recuperado porque tiene un espejo y me viene de maravilla.
En la planta de arriba los armarios los hicimos a medida y ni se me ocurrió pedirle al carpintero que nos pusiera un espejo en los tres o por lo menos en alguno de ellos.
Así que ahora no tengo espejo para verme de cuerpo entero,
cada vez que me visto toca bajar y volver a subir y volver a bajar... menudo jaleo!
He rebuscado y no encuentro la foto de como era antes
hace tiempo que se la hice con el móvil y al final no se donde está.
Os podéis hacer una idea, es primo-hermano de las mesillas que le recuperé a mi madre.
Hace bastante tiempo que mi madre se deshizo del armario
y no se porque pero conservó esta puerta.
No es de muy buena calidad es un contrachapado y la verdad que no estaba en muy buenas condiciones.
Antes de pintar tuve que sacar con una espátula la capa de barniz
y después una buena lijada.
Lo he pintado con pintura tiza color blanco antiguo así me ahorro dar imprimación.
Para llenar un poco este espacio un relieve con una plantilla de flores.
Los laterales estaban estropeados y necesitaban cantos pero como no tenía
he buscado un apaño de andar por casa.
Con unos recortes de periódico y cola diluida en agua.
Suave decapado en el marco del espejo
Un pomo de madera pintado de color vintage.
Mano de barniz mate y listo para colocar
Lo voy a poner en el baño porque hay más espacio.
Las fotos las hice en mi habitación porque había más luz
pero que difícil resulta fotografiar los dichosos espejos.
Desde luego no es tan bonito como el que nos enseñaron las chicas Retro y con encanto
el suyo luce por si sólo.
Pero para salir del apuro es perfecto!
Me lo llevo al Finde Frugal de Marcela.
Gracias por vuestras visitas y comentarios.
Buen fin de semana.
Besosss!!!
Fuente: este post proviene de Xanela Vintage, donde puedes consultar el contenido original.
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