El interior estaba muy manchado de betún, cremas y demás.
También tenía manchas por fuera y el barniz que tenía estaba dañado.
En la base tenía este sello de patente que apenas se ve.
Así que jubilamos la caja pero nos daba pena tirarla ya que, aparte de estar hecha de una buena madera, tiene mucho valor sentimental. No sabíamos qué uso darle, así que mientras hice lo básico que había que hacer: quitarle el tirador, darle un buen limpiado, lijado y unas manitas de imprimación para madera, para proteger esta vieja madera y dar una base fijadora a la pintura.
Después de unas semanas dándole vueltas, a mi hermano el mecánico se le ocurrió la idea: una caja de herramientas para llevarla en el maletero de su "nuevo" coche, un BMW 318 del año 1987, el cual ha restaurado y dejado a punto.
Ahora el problema estaba en qué imágenes ponerle y cómo. Buscando por internet cómo hacer servilletas para decoupage personalizadas me topé con un vídeo de YouTube del blog Inventando Baldosas Amarillas que me solucionó el problema.
Nos tocaba ponernos a buscar unas imágenes clásicas de BMW, las retoqué en Photoshop e Illustrator, las hice a la medida de cada parte de la caja y las imprimí en las servilletas según las indicaciones del vídeo que había visto.
Imágenes impresas en servilletas.
Caja pintada con los colores de BMW-
Una vez impresas, pinté la caja con pintura acrílica, dejé secar y me puse a hacer el decoupage. Al haber imprimido las servilletas nosotros temía que la tinta se corriera, pero para evitarlo hice lo siguiente: di una capa de cola para decoupage, puse la servilleta como habitualmente y en vez de dar otra capa de cola, pulvericé un poco de laca para el cabello, sequé con secador, volví a pulverizar un poco de laca y volví a secar. Ya podía dar la capa de cola sin problemas.
Ya decorada toda la caja, dí dos capas de barniz al agua mate, pinté y barnicé un tirador de madera, forré el interior con fieltro y ya estaba terminada.
Logo BMW a un lado y otro.
Detalle de un lateral y la tapa.
Detalle del otro lateral y su tapa.
Las tapas las pinté de cyan por dentro y puse fieltro en el interior para que amortiguara el ruido de las herramientas en el interior.
La caja terminada con su tirador, lista para llenarla de herramientas.
Me encantó hacer este trabajo, dar una segunda vida a algo con tanto carácter era complicado, pero lo conseguí y creo que durará por lo menos, 30 años más... El BMW no creo que dure tanto, jeje.
Espero que os haya gustado y dejéis vuestros comentarios.
Un saludo y hasta la próxima entrada.