Si tu madera se amarillea, pierde la belleza y robustez exterior, se agrieta con el tiempo, tarda en secarse y es difícil de limpiar; seguramente no ha estado tratada con un barniz al agua. Este tipo de solución está considerada ya como la última novedad para el mantenimiento y protección de la madera, sin dañar sus propiedades ecológicas.
Además, los barnices acuosos están respaldados por la próxima ley sobre los revestimientos de la madera, que entrará en vigor en los próximos años, que sólo reconoce como únicos protectores utilizados en este mercado a los de base acuosa.
Ventajas frente a los disolventes
Los barnices de base acuosa han ido sustituyendo a los de base disolvente porque ofrecen máximas ventajas para el revestimiento de la madera. Entre sus propiedades, cabe destacar la alta elasticidad, que proporciona gran rendimiento a las maderas exteriores, además de un rápido secado. Su composición química (con resinas acrílicas y ceras hidrofugantes y biocidas adecuados) les dota de mayor durabilidad y resistencia.De esta manera, los barnices al agua contienen unas propiedades químicas que ofrecen una resistencia tres veces mayor a las resinas al disolvente, con lo que conservan la elasticidad de la película por más tiempo. Según el fabricante Bruguer, los barnices protegen la madera desde fuera, creando una película que impide que ésta se vea sometida al desgaste ocasionado por la humedad, los rayos solares u otras condiciones externas. Los de última generación, transparentes y con filtros solares, poseen cualidades óptimas que evitan que la madera se escame o cuartee.
Así, los protectores no forman película, permitiendo la transpiración de la madera, regulando e impidiendo la entrada de agua en el interior. Además tienen filtro solar. Su elasticidad les hace flexibles y resistentes a los movimientos de madera producidos por los cambios de temperatura e incorporan agentes bactericidas, fungicidas e insecticidas.
Los últimos protectores del mercado permiten cambiar el aspecto de tus muebles como, por ejemplo, poder obtener una mesa de wengué con un alto nivel de protección: su utilización sin disolvente facilita la aplicación porque prácticamente no huele y seca rápido. Los componentes en el protector son de alta calidad para dar la óptima protección y nutrición a la madera.
Maderas más bellas por más tiempo
Además y sorprendentemente, su madera conservará su brillo inicial, manteniendo la uniformidad del color porque los barnices al agua presentan la particularidad de no amarillear con el tiempo. El resultado son maderas más bellas y brillantes de larga durabilidad.A diferencia de la pintura, los barnices al agua revisten con colores transparentes la madera, permitiendo ver su aspecto natural, resaltando su belleza. El acabado se realiza a poro abierto, por ello, ni se agrieta ni se quiebra con el tiempo.