PRIMERA VIDA.
Aquí, hago un inciso para contarte que en realidad es la segunda vida porque en sus comienzos, hace ya muchos, muchos años, era el típico mueble con separadores para vinilos. Se le pusieron las puertas para evitar el polvo y luego, se quitaron los separadores y pasó a ser un mueble de almacenaje.
SEGUNDA VIDA.
TERCERA VIDA.
VIDA ACTUAL.
Como cuando nuestra piel está apagada y sin luz, él también necesitaba una buena exfoliación para que desapareciera tanta pintura de vidas anteriores. ¿Cómo conseguimos ésto?, pues con un intenso lijado. A continuación pintura al agua en blanco mate(tres capas, lijando entre cada una de ellas, por dentro y por afuera). Desgastado en algunas zonas estratégicas, dos manos de cera incolora con un buen lustrado posterior y cambio de tiradores. También he sustituido el zócalo por patas.
Cómo puedes ver, ahora tiene un marcado estilo oriental, como el resto de los elementos de la bodega (si, ya se que te debo un paseo por ella, pero primero quiero pintar en un tono más claro).
Éstos dos tibores eran de mi madre. Siempre me gustaron y en ésta habitación van como anillo al dedo.
He sido un trabajo bastante duro porque nunca acababa de lijar, pero el cambio es bastante sorprenderte. En la siguiente foto se puede observar muy bien el cambio de el zócalo por patas, que le ayudan a adquirir el estilo oriental del que te hablaba.
Completamente integrado con el resto de elementos.
Te acerco los bonitos herrajes más de cerca. Son justo los que necesitaba mi "nuevo" mueble.
Gracias infinitas por tu visita y el tiempo que me has dedicado. Espero que hayas pasado un momento agradable. Nos vemos en breve.
Fuente: este post proviene de Hecho a Mano , donde puedes consultar el contenido original.
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