Las sombrillas necesitan una base de gran peso para contrarrestar la fuerza del viento. A menudo se utiliza un bloque de cemento, y el recurso de hormigonar un neumático es muy conocido
¿Qué hacer si no tenemos una rueda vieja a mano? Podemos fabricar un encofrado cilíndrico con madera, curvada al vapor. Pero qué engorro, ¿verdad?
Mejor buscamos el molde ya hecho Y una opción muy válida es recortar una garrafa de plástico, la que vemos en la foto nos costará menos de 4 euros y servirá perfectamente para este cometido.
Una vez recortado el molde con la profundidad deseada, aproximadamente un palmo, excavaremos un hueco en la tierra, para que la base quede a nivel del suelo. Vertemos el hormigón, con un tubo de PVC de pie en el centro para introducir el palo de la sombrilla, y dejamos secar 24 horas
En este caso no necesitaremos sacar el molde de plástico. El propio terreno contribuirá a consolidar el soporte, haciendo casi imposible que la sombrilla vuelque.
Podemos también hacer el encofrado fuera, para después retirar el cilindro de plástico pasadas 48 horas, obteniendo una base transportable. Una agarradera de metal facilitará su manejo.
Con este sencillo truco, tu sombrilla no se caerá en todo el verano ¿Te animas a ponerlo en práctica?