Lo sé! Llevo mucho tiempo desaparecida. Pero es que hay momentos en los que no se puede con todo, aunque una lo intente. Mi profesión como periodista me absorbe mas tiempo del que me gustaría para poder dedicarle alguna hora al día a otros menesteres, como este blog. Pero es lo que hay.
Sin embargo, me he marcado el propósito de aparecer por aquí al menos un par de veces por semana. A ver si lo consigo.
De momento, hoy os enseño el último trabajillo de recuperación que hice. Fue en otoño, el año pasado. Un día por otro, ha ido pasando el tiempo sin que viera el momento de hacer unas fotos para hacer un post. Tanto tiempo ha pasado que hasta he extraviado las fotos de antes de la transformación, sólo he encontrado una. Se trata de una vitrina que tenía en casa y a la que hacía tiempo quería cambiar el aspecto porque resultaba bastante sosa.
Una sencilla vitrina de madera de pino de dos puertas con bastante capacidad de almacenaje. Me decidí por darle otro aire con chalk paint, en este caso utilicé el blanco old white de Xylazel. El mueble necesitó dos manos para que quedara como yo quería. Entre capa y capa de pintura un poco de lija suave y para acabar una capa de cera incolora de la misma marca para protegerlo.
Si habéis visto otros post de este blog ya sabréis que me encanta la pintura a la tiza, creo que es tan fácil de aplicar y tan bueno el resultado que merece la pena probar. Aquí os dejo otros post que he escrito sobre chalk paint por si os apetece echarles un vistazo:
Dar otra oportunidad a tus muebles con chalk paint.
¿Por qué nos gusta tanto la chalk paint?
Para que el resultado final fuera realmente diferente, forré la parte trasera de la vitrina con un papel pintado de Leroy Merlin con un dibujo que imita baldosa hidráulica y también cambié los pomos de madera originales por otros de porcelana blanca de Zara Home. Para acabar instalé unos focos en la parte superior interior, de Ikea.
El resultado no me puede gustar más, no tiene nada que ver con el mueble original y en mi salón ha quedado fenomenal. ¿Y sabéis lo mejor de todo? Esa transformación me ha costado exactamente 60 euros.
Ya me contaréis que os parece!
Como os decía antes, no encuentro las fotos que hice de la vitrina antes de transformarla, solo se ha salvado una. Así que, así era en cuestión:
Y en esto se ha convertido:
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