Aceptamos encantadas, cómo no... y nos pusimos a dar vueltas a la cabeza. Nos centramos, más que en la decoración en "el concepto": adaptar la estantería y todos sus componentes a un espacio de trabajo cómodo (aprovechamos la ocasión...).
Empezamos con el montaje: rápido y sencillo, sin herramientas:
Eliminamos la balda inferior, y colocamos la primera a la altura de una mesa:
Con la balda que nos sobró, creamos un frente en la mesa:
Y con 3 de las 4 barras sobrantes, un reposapiés, que sirve también para dar estabilidad a la estructura:
Forramos las baldas, cada una con un motivo distinto: papel de periódico, papel de empapelar y papel de colores:
Atornillamos unos botes de cristal a una balda, como solución de almacenaje que, además, no ocupa espacio.
Y, por último, "tejimos" la estructura con lana, para aprovechar y colgar nuestras cosas... ¡Ah! Sobraba una barra, así que la colocamos para colgar unos botes de plástico con asa.
¿Qué os parece?
Ahora sólo nos queda cruzar los dedos... y a jugar