Normalmente, los grifos se fabrican con una duración prolongada, que nos permite un uso continuo a lo largo de varios años. Sin embargo, en algunas zonas, la cal del agua o, simplemente, un mantenimiento incorrecto puede provocar daños evitables en nuestros grifos, por lo que nunca está de más conocer algunos consejos para el mantenimiento de los grifos del baño..
El primer consejo para el mantenimiento de los grifos es, algo sencillo como secar el grifo después de su utilización evita que las gotas de agua dejen sedimento y vayan empeorando el aspecto de nuestro grifo. Para cuando necesitemos limpiezas más profundas, debemos optar por agua mezclada con jabón neutro, ayudándonos con algo suave, como una esponja. No uses productos abrasivos, ni amoniaco.
Respecto al mantenimiento de los grifos, específicamente el difusor, debemos desmontarlo con ayuda de una llave inglesa. Una vez desmontado, tenemos que sacar las rejillas de su interior y limpiarlas con agua y un cepillo pequeño, de forma que eliminemos las minipartículas incrustadas. En caso de estar muy deteriorado, la mejor solución será sustituir la rejilla.
Por último, debemos saber que si el grifo gotea, lo adecuado es cambiar el cartucho. Para ello debemos desmontar la palanca, aflojando los tornillos que suelen situarse debajo (si se trata de un monomando), una vez retirada la palanca, podremos retirar el embellecedor y el cartucho para reemplazarlo por otro.
Sencillo, ¿verdad? Con apenas unos simples consejos, podremos prolongar la vida de nuestros grifos y su eficiencia. ¿Qué trucos tenéis vosotros?
Imagen: www.prweb.com
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