¿Se puede habilitar un desván para que sirva de trastero en una acogedora habitación de estudio? Ese gran reto es el que han afrontado nuestra amiga Cristall y su marido, con la dificultad añadida de que él trabaja de lunes a sábado. Por ello, la obra avanzó lentamente, pero como compensación la hicieron por completo a su gusto, además de que obviamente se apuntaron un considerable ahorro.
A su favor tenían que la estructura estaba en buenas condiciones y no presentaba filtraciones ni humedades. La reforma de nuestros amigos consistió en aislar y revestir techos, suelo y paredes, después de encajar la instalación eléctrica, y algún sabroso detalle que veremos. Ha sido un trabajo realmente meritorio, que abordaron despacio y bien, con resultados dignos de un profesional.
El desván, ya con los chismes evacuados, aparece como un espacio angosto y difícil. Por ello se redoblan nuestras simpatías ante la reforma de Cristall y su marido.
Lo primero que hicieron fue instalar una ventana abatible Velux, marca de toda garantía ante las severas exigencias que soporta una abertura en una cubierta inclinada.
El marido de Cristall hizo toda la instalación de la luz. Podemos apreciar las paredes y el techo ya con los rastreles, es decir, listones de madera que servirán de marco para los materiales aislantes, y a la vez como anclaje para el forro con lamas de madera.
El artista, fijando los listones que harán de soporte reticulado. Observamos en el ángulo inferior derecho una excelente mesa de trabajo con sierra circular, accesorio que ha sido una ayuda valiosa ante la necesidad de revestir un espacio con piezas de muchas medidas diferentes.
El suelo lleva listones de 3 x 4 cm cada 30 cm, anclados con tacos y tornillos al forjado. Entre los listones pusieron corcho blanco de 3 cm como aislante térmico y acústico.
Finalmente, sobre el porexpán montaron placas de aglomerado de 16 mm, sujetas a los listones con tirafondos.
Aspecto del suelo ya con la base de aglomerado completamente montada. Dejaron a lo largo de toda la pared una junta perimetral de 1 cm, necesaria por las dilataciones. En esta parte del desván irá una cama, para la que el marido de Cristall hizo un bonito cabecero.
El material aislante para los techos y paredes es poliestireno extrusionado, que se fabrica en planchas de diferentes grosores. Su montaje es realmente sencillo, y podemos rellenar en pocos minutos cualquier forma gracias a su docilidad para el corte con un cúter.
Detalle que permite apreciar el montaje sucesivo de los rastreles, el material aislante y el forro de lamas con encaje machihembrado.
Quitando poco espacio al desván, Cristall y su marido han conseguido un eficaz aislamiento ante el frío y el calor, además de un bonito acabado en madera.
Aquí vemos el magnífico aspecto que presenta el techo forrado con lamas de madera, en el acogedor estilo de los albergues de montaña.
La vista del techo, desde el ángulo contrario.
Atención al hueco en la pared sobre la puerta, que nuestros amigos adornaron con una ventana muy original.
La tarima flotante es un montaje sencillo y rápido gracias a la correcta base de rastreles ejecutada por el marido de Cristall, que vimos en las imágenes iniciales. Sobre el ?foam? de amortiguación se acoplan las lamas, en ese bonito color oscuro que han elegido nuestros amigos.
Aquí está la idea genial de nuestros amigos para el ventanuco redondo sobre la entrada: como ojo de buey pusieron? ¡la puerta de una lavadora!
El trabajo se completó con un revestimiento de piedra artificial, que hace un perfecto contraste con la madera.
Objetivo conseguido: el desolado trastero queda convertido en un cuarto de estudio acogedor, con buen aislamiento y bellamente decorado. Abrimos una botella de champán para festejar como lo merece el final de una obra tan soberbia, ¡enhorabuena, pareja! Ha sido un completo triunfo.