Además de ser decorativos, no hay que olvidar que los colores confieren personalidad.
A la hora de elegir el tono más adecuado para una habitación hay que tener en cuenta que uso se le va a dar.
Pintar las paredes de una misma habitación con colores distintos puede ser un recurso sorprendente y muy eficaz para crear ambientes diferenciados.
Por ejemplo, si el comedor y el living forman parte del ambiente, estos dos espacios de uso tan dispar pueden diferenciarse gracias a la gama cromática.
Los secretos de la mezcla.
Si bien existe una amplia gama de colores preparados, también es posible crear algunos tonos únicos.
El tono de la pintura puede ajustarse con entonadores.
Se tarta de colores básicos que cambiaran la intensidad de la pintura en función de la cantidad que se añada.
Es recomendable ir agregando el entonador en pequeñas cantidades hasta obtener el color deseado para no correr el riesgo de oscurecer demasiado la pintura.
Tome nota:
El ocre puro es el mejor color para apagar una pintura.
Para abrillantar una pintura, añada rojo o amarillo.
El blanco sirve para aclarar. En cambio, no utilice nunca tinte negro para oscurecer, ya que lo único que conseguirá es un efecto grisáceo.
¿Con que pintar?
Pinceles, rodillos, trapos…
Del mismo modo que existe infinidad de efectos decorativos que se pueden hacer con pintura, también es posible conseguirlo con multitud de utensilios, desde el pincel más profesional hasta esponjas marinas o trapos de algodón.
Rodillos y pinceles grandes son las herramientas más indicadas para superficies extensas, en tanto que pinceles pequeños son adecuados para los retoques y detalles.
Si lo que quiere es pintar con efecto de relieve, puede adquirir rodillo texturados, espátulas…
Algunos materiales quizá deba buscarlos en comercios especializados en pintura o en aquellos para profesionales de la decoración.