José Díaz, el director del interesante museo gaditano que conocemos bien por este reportaje, me envía fotos de su nuevo trabajo. Es un gran restaurador, y de hecho la mayoría de las piezas que allí se exponen han pasado por sus manos
Esta maravilla, que ya tiene lugar propio en el museo, es una brújula marinera de la clase llamada 'compás de bote'. El nombre se debe a que lo llevaban en los botes cuando tenían que alejarse del barco por cualquier motivo: exploraciones, sondas...
El trabajo ha concluido, y la pieza está lista para su presentación en sociedad
Según me cuenta José Díaz, el compás estaba muy deteriorado, sobre todo en los apoyos cardan de la base, que en gran parte ha restituido después de fabricarlos en bronce.
Aquí vemos las piezas listas para volver a montar, después de la meticulosa restauración.
La caja es nueva, y también la hizo nuestro amigo en madera de pino. Lleva un tinte de caoba, luego un tapaporos, y finalmente un acabado de cera con betún de Judea. Entre mano y mano, lustre con lana de acero 0000
El borde superior va fresado para hacer el rebaje donde encaja la tapa.
Estos compases no se sacaban de la caja, se colocaban tal como vemos entre dos marcas que señalaban la meridiana, el eje de la embarcación.
Terminado el trabajo y de vuelta al barco, cogías el compás, le ponías la tapa y lo guardabas en su sitio, listo para la próxima salida.
¿Qué os parece la joya?