Después de unos meses de inactividad retomo la publicación de los proyectos que voy haciendo.
Hoy os traigo un DIY muy sencillo y resultón. Llevaba mucho tiempo queriendo cajas de fruta antiguas para varias ideas que rondaban mi cabeza, bien es cierto que en mi mini piso todos los proyectos que tenía en mente no podía meterlos así que cuando conseguí que mi abuela me regalara una de las cajas de fruta que tenía en el campo opte por la idea más sencilla y que menos espacio me iba a ocupar.
Pensaréis, hasta Ikea vende las cajas de madera de fruta, ¿porque tanto tiempo esperando para esto? No quería comprar una caja nueva, lo que más me gusta de los DIY es reutilizar cosas que ya tenemos, cosas que tenemos guardadas en el trastero, en un altillo, a las que no le damos uso. Y en segundo lugar las cajas de fruta que se venden en muchos sitios hoy días no tienen el encanto de las cajas antiguas, en mi caso esta tiene además grabados uno de los apellidos de la familia materna.
Tan solo necesitamos una caja de fruta y unas ruedas. Tenemos ruedas fijas o con opción de girar sobre si mismas, yo he optado por estas segundas, podéis encontrarlas en cualquier ferretería o tiendas de bricolaje, incluso algunos chinos las tienen.
Y lo más importante, nuestra caja de fruta
En primer lugar limpie la caja y la lije para eliminar porquería, pero como os he dicho no quería perder el encanto de la caja reutilizada, los años transportando fruta y hortaliza de la huerta a casa. Por lo que ni la he pintado ni nada, siempre puedo hacerlo más adelante.
Teniendo nuestras ruedas, tornillos, el destornillador y la caja en 5 minutos tenemos nuestro revistero rustico montado.