Las puertas las pintamos de blanco hace 1 año.
Usamos imprimación y esmalte satinado. Con la imprimación nos evitamos tener que lijar las puertas.
Veamos cómo están las puertas al cabo de 1 año y qué retoques hemos tenido que hacer.
¡Vamos allá!
Pintado de puertas con imprimación y esmalte al agua
Hace exactamente 1 año nos decidimos en casa a pintar nuestras antiguas puertas de madera. Aunque eran de calidad media-buena, la verdad es que el paso del tiempo definitivamente las había ajado totalmente.En casi todas ellas había problemas con las partes bajas, con deterioros varios.
El origen de estos daños es siempre el mismo: el agua y los productos de limpieza de fregar el suelo. Y es que es inevitable que al pasar la fregona pasemos junto a la puerta y la rocemos.
Pues bien, de los continuos roces al final la parte baja de las puertas se deteriora: el barniz protector desaparece, quedando la madera sin protección. La madera pierde el color y el brillo del barniz, quedándose desprotegida.
Finalmente en las puertas y zonas más dañadas pequeños trozos del chapado de la madera pueden incluso saltar.
Con esta situación previa nos decidimos a pintar para renovarlas. No es una decisión fácil, ya que pintar las puertas es engorroso y lleva bastante tiempo.
Decidimos usar una buena imprimación y de esta forma eliminar 1 paso, el del lijado, siempre tan engorroso y que genera tanto polvo.
Finalmente pintamos dando 2 manos de esmalte blanco.
Ambos productos son al agua, con lo que el trabajo es más llevadero (no hay apenas olores) y más ecológico.
El inconveniente de la pintura no profesional en las puertas: picados y algún desconchón
Evidentemente pintar una puerta no es igual que llevarlas al lacador.El acabado no puede ser el mismo.
Al fin y al cabo el lacador se lleva los productos a unas cámaras especiales donde aplica productos también muy específicos y de gran calidad.
El resultado de una puerta lacada no es el mismo de una puerta pintada a mano en casa. Y encima pintada por nosotros mismos, tampoco por un experto.
Sopesamos los pros y los contras y finalmente nos decidimos a hacerlo nosotros mismos en casa. La verdad es que tuvo un gran peso en esta decisión el asunto económico: lacar una puerta es realmente caro.
Pintar una puerta en vez de lacarlas conlleva la consecuencia de que son posibles, e incluso muy probables los picados por el uso de las puertas.
Con picados nos referimos a que al golpear las puertas con algún objeto puntiagudo es posible que salte puntualmente la pintura. O en caso de pintura muy bien agarrada, no es que salte la pintura, sino que al someterle a un golpe muy fuerte la propia pintura sea simplemente desprendida.
Estos son los picados, que en cualquier objeto pintado pueden aparecer.
Además de los picados también puede aparecer otro defecto parecido pero de distinto origen: los desconchones o pintura saltada.
En este caso se trata de pequeñas zonas o pequeñas láminas de pintura que se desprenden y saltan.
El origen de estos defectos es distinto: se trata de un defecto de agarre al soporte.
Las causas son muy diversas, por ejemplo falta de limpieza del soporte o una falta de imprimación del soporte, pero el resultado es siempre el mismo: deberemos repintar la pintura saltada al cabo de un tiempo.
Las puertas de nuestra casa: picados y algún desconchón puntual
Pues bien, como nosotros pintamos nuestras puertas de casa, sabíamos a lo que nos arriesgábamos: a tener que repintar la pintura saltada de algunas puertas.Pero la verdad es que el resultado al cabo de 1 año de pintarlas no puede ser más satisfactorio.
Sí que es cierto que existen picados. Al fin y al cabo vivimos en casa y tenemos pequeños en casa. La locura está garantizada y los picados están asegurados.
Pero no son tantos como nos temíamos.
En realidad sólo tenemos algunos picados puntuales en las puertas más usadas de casa: la cocina, la puerta del baño y la del peque, principalmente por la zona baja.
Pero no mucho más.
Uno de los desconchones está en la puerta de la cocina, a unos 80 cm de altura y el otro está en el tapajuntas del baño, en la zona de abajo junto al suelo.
La causa de estos desconchones es la falta de agarre de la pintura a la madera. Y en cuanto al origen último, lo más probable es que se debiera a una falta de limpieza previa de esa zona de la puerta. Una simple zona con grasa es suficiente para que el agarre no sea el óptimo.
La solución en ambos casos es el mismo: repintar la pintura saltada, ya sea por picado o por descascarillado.
El hecho de no lijar la puerta
En el pintado de las puertas decidimos no lijar. Esto fue un poco polémico, ya que en general es un tratamiento previo muy recomendable.Pero el vendedor de la imprimación nos comentó que no era necesario el lijado siempre que la superficie estuviera limpia y desengrasada.
Así que por simple comodidad así lo hicimos: usamos imprimación sin lijado previo
Como no lijamos siempre tuvimos el miedo de que la pintura saltara o la puerta entera se descascarillara y tuviéramos que pintar la pintura saltada de la puerta entera.
Hablamos con gente que nos decía que esto no podía ser, y que en breve tendríamos toda la casa con las puertas descascarilladas y peladas.
Pues bien, lo que sí podemos afirmar es que al cabo de 1 año esto no ha pasado.
Después de 1 año las puertas no están descascarilladas
Efectivamente, esto es así. Con la salvedad de los 2 pequeños desconchones que hemos contado, no tenemos ninguna parte de la puerta descascarillada más.A nosotros la imprimación nos ha funcionado bien y no hemos necesitado lijar las puertas previamente al pintado.
Suponemos que no funcionará a todo el mundo, pero a nosotros sí. En todo caso recomendamos hacer unas pruebas previas con imprimación y sin lijar. Y es que es imposible que las condiciones sean exactamente igual a las nuestras. Ni tu pintura ni imprimación será exacta a la nuestra. Ni, sobre todo, tu puerta de madera (que será distinta de la nuestra). Tampoco será el mismo ambiente, pues tu vivienda estará situada en otro lugar que no tendrá las mismas condiciones climáticas de humedad y temperaturas ( o uso de calefacción, etc).
Cómo arreglar los picados y desconchones de pintura de las puertas
El método de arreglo no puede ser más sencillo: simplemente limpiamos, lijamos ligeramente la zona y volvemos a pintar localmente, primero con imprimación y luego con esmalte. Estos productos son los mismos que ya utilizamos en el pintado de la puerta originalmente.En cuanto al tratamiento previo, nos hemos decidido a lijar. Hemos usado un papel de lija de grano superfino (400) y además hemos usado un papel de lija usado, con lo que el papel de lija es todavía menos agresivo.
Queremos con este método eliminar cualquier exceso de barniz, o defecto puntual que nos hizo que el agarre no fuera el correcto. Antes conviene recordar que hemos limpiado a conciencia para que no hubiera grasa ni suciedad.
Sólo pasamos la lija en la zona saltada o con el picado y un pelín alrededor, en la pintura que esté bien agarrada.
Finalmente limpiamos el polvo del lijado con un trapo húmedo y aplicamos la imprimación que tan buenos resultados nos ha dado.
Usaremos un pincel, así de simple.
Esperamos 24 horas y aplicamos el esmalte blanco al agua. También con pincel.
Repintar pintura saltada: Aspecto final de las puertas acabadas
Los picados los hemos solucionado y son prácticamente imperceptibles los repintados. Son tan pequeños que apenas se notan.En cambio, en el caso del desconchón de la puerta de cocina se nota algo más.
Al fin y al cabo se trataba de una desconchón de tamaño considerable. Al pintar se nota que es una zona pintada posteriormente.
Además, en el pintado de la puerta usamos un rodillo, que da un acabado bastante uniforme y semejante a toda la puerta. En cambio, al utilizar un pincel se nota algo la pasada de este.
Nosotros hemos decidido dejarlo así.
No obstante, los más detallistas pueden volver a pintar toda la cara de la puerta de nuevo.
En ese caso no se notaría nada en absoluto que antes había ahí un desconchón.
El artículo Repintar pintura saltada en puertas pintadas de blanco ha aparecido en primer lugar en zonahogar.