Es la encimera de nuestra cocina.
Y todo por motivos estéticos, lo reconocemos.
Sabemos que el copete cumple una función esencial: evitar el paso de líquidos y partículas por la parte trasera de los muebles.
Pero es que …¡queda tan feo!
Analizamos cómo podíamos solucionarlo, resolviendo nuestra necesidad de algo más estético con algo funcional.
Y creemos que lo hemos encontrado.
Sigue leyendo y descubre lo que se nos ha ocurrido y finalmente hemos realizado.
¡Ha quedado genial!
¿Qué es el copete? ¿Para qué sirve?
Pero antes de nada, una breve introducción al mundo de los copetes.Aunque el nombre es un poco raro es el más exacto. Otras denominaciones que se usan son zócalo o remate de la encimera.
El copete en realidad es una pieza de distintos materiales que tiene una función estética y otra más funcional.
Estéticamente se instala para evitar que se vea la pequeña separación o grieta entre la encimera de la cocina y la pared. La pared no suele ser totalmente vertical ni forma un plano perfecto, por lo que lo más seguro es que al instalar una encimera, que tendrá el borde interior bastante recto, quede una grieta a lo largo de la encimera.
Además esta grieta tendrá zonas donde sea casi minúscula, porque están pegados pared y encimera y otras zonas donde la separación sea bastante grande. El resultado es estéticamente desastroso.
Funcionalmente el copete sirve para evitar que entren líquidos y restos por la grieta entre encimera y pared. Esto puede provocar problemas de insectos en la parte inferior de los muebles, que sería donde finalmente acabarían todos estos restos. Además, si el agua o cualquier líquido atraviesa la grieta puede llegar al canto de la encimera. Si nuestra encimera es de madera o peor aún, es de madera laminada, tenemos un problema. La madera y, sobre todo, la madera laminada chupa ese agua y aumenta de grosor, dañándose irremediablemente la encimera. El material interior de las encimeras laminadas es especialmente sensible. Con el agua se daña bastante y se puede echar a perder totalmente.
¿Es totalmente necesaria su instalación?
Sólo en 1 caso no es necesaria su instalación: cuando empotramos la encimera contra la pared y alicatamos posteriormente. De esta forma, en realidad lo que estamos haciendo es que desaparezca la junta.En las cocinas más modernas y caras es más habitual este proceso de encastre de la encimera contra la pared. Pero no es lo habitual.
De hecho, la gran mayoría de cocinas montan encimeras de madera laminada, que se instalan posteriormente al alicatado de la cocina.
En estos casos parece que no es posible su eliminación… ¿O sí? Luego veremos que hemos experimentado con un sistema que parece que es ideal.
Pero antes de seguir comentaremos porqué en muchos casos no queremos tener estos copetes. El porqué de que la gente quiera quitar el copete de su encimera.
Los copetes existentes hoy en día
Los copetes está fabricados generalmente en aluminio o PVC. Estos son los copetes que se instalan en las encimeras de madera laminada.También existen los copetes de madera maciza, para encimeras de madera. Y los copetes de piedra, ya sea granito o mármol, para encimeras de estos materiales.
El verdadero problema de los copetes es un tema estético. Y es que realmente son un pegadizo, un añadido.
Y si por lo menos están fabricados con el mismo material que la propia encimera, tira que te va. Por lo menos queda más o menos integrado en el conjunto.
Pero, y ¿qué pasa si no es del mismo material o color que la propia encimera?
Pues que queda un poco chapuza, la verdad.
Copete de aluminio color plata en una encimera laminada color roble claro
Esto es lo que nos pasaba a nosotros.La encimera laminada imita una de madera maciza de roble claro. No está mal del todo, aunque no tiene nada que ver con una de verdad de madera. Pero la verdad es que son comodísimas y dan el pego.
El problema viene con el copete de aluminio que instalaron para eliminar la junta encimera-pared.
¡De color plata brillante!
Creo que no se podía haber elegido algo más disonante.
Posibles soluciones estéticas. ¿Copetes de otros colores?
Pensamos inicialmente en quitar esa horripilancia e instalar un copete con el mismo tono que la encimera. Pero no es tan fácil como parece.La encimera tiene más años que cascorro, con lo que tampoco es una con lo que se esté trabajando actualmente.
Los copetes de aluminio o PVC vienen muchos de ellos con terminaciones que imitan a estos materiales. Los hay que imitan a distintas maderas, e incluso imitan a distintas piedras naturales. Los hay también de colores plata (¡ay no, por favor!), blanco o negro.
Pero la verdad es que es bastante difícil dar con el tono exacto de tu encimera. Por lo menos eso nos pasó a nosotros.
Por mucho que buscamos no encontramos el copete con el tono de nuestra encimera.
De color roble sí, pero más oscuro, o más claro.
Si instalábamos alguno de estos iba a quedar más integrado que el actual, por supuesto, pero no era lo que buscábamos. Seguía siendo un pegadizo.
Seguimos buscando…
Y si quitamos el copete de la encimera directamente…Con un poco de suerte la encimera estaría completamente pegada a la pared y no necesitaríamos nada.
Para averiguar esto previamente debíamos quitar el copete para ver la junta exisntente…si era grande o pequeña; o mínima con suerte.
Quitar el copete de aluminio de la encimera
Los copetes de aluminio o de PVC son muy fáciles de instalar. Habitualmente llevan un perfil, de aluminio o de plástico, que es la estructura que se sujeta a la encimera.A esta estructura se le añade el revestimiento o acabado, que suele ponerse en forma de clip fácilmente una vez fijada la estructura. Este acabado es el que consigue la junta hermética, ya que suele llevar unos faldones de goma que impiden que penetre líquidos o restos por la junta.
La forma de sujeción del perfil a la encimera es mediante clavos o mediante tornillos. En nuestro caso era mediante clavos.
Con este sistema de sujección quitar los copetes es relativamente sencillo.
Nos pusimos entonces a quitar el copete: en primer lugar desmontamos el perfil de aluminio que hacía de acabado. Es muy fácil de desmontar, con un destornillador hacemos palanca contra el perfil y finalmente sale entero todo él.
Se queda entonces a la vista el perfil de sujeción, en nuestro caso de plástico duro. Este perfil estaba clavado cada metro más o menos directamente a la encimera.
Debemos quitar los clavos con mucho cuidado para no dañar el laminado. Finalmente se levanta y ya hemos conseguido quitar el copete de la encimera de madera laminada. A nuestra vista queda nada más que la junta entre pared y encimera.
¡La junta entre encimera y pared es irregular y bastante grande en algunas zonas!
Desafortunadamente sí que había una buena junta en algunos puntos. No en todos. Pero sí en una parte: junto al fregadero de la cocina.Entonces nos preguntamos por qué la junta existía en algunos puntos y en otros no.
Decidimos comprobar la alineación de la pared y la rectitud del corte de la parte de atrás del laminado.
El laminado estaba perfecto. El problema era la pared. Con una regla de 1,2 m de aluminio pudimos comprobar que el problema era que la pared no era completamente plana, sino que tenía ciertas irregularidades, que se señalaban entonces en nuestro encuentro encimera-pared.
Esta junta bastante abierta está sólo en la zona del fregadero. Unos 2,5 m. En el resto de la cocina la junta es tan pequeña que no merece la pena poner este sistema.
¿Qué podemos hacer con esa junta del fregadero?
Había que sellarla, en eso no teníamos ninguna duda.Se encontraba además en una zona bastante sensible, junto al fregadero, con el peligro consiguiente de que el agua se colara y vertiera por ahí.
Eso nos arruinaría el material conglomerado del interior de la madera laminada.
Así que empezamos de nuevo con la búsqueda de un copete que fuera lo más pequeño posible y que pasara más o menos desapercibido.
Las soluciones de copetes para encimera no nos convencieron: eran piezas bastante grandes y altas, bastante llamativas. Y no encontramos justo el color que necesitábamos. Incluso en algunos casos encontramos copetes que tenían un acabado roble claro, pero que ese no era el tono de nuestra encimera. La nuestra era más clara.
En fín, casi nos dimos por vencidos cuando, de repente, encontramos una solución un tanto innovadora, pero con el color muy parecido a nuestra encimera.
Se trataba de un rodapié de PVC flexible de color superparecido a la encimera. Además el tamaño era realmente pequeño, con una altura de 2,3 cm y un avance de 3,2 cm. Muy poca altura era lo importante, ya que así es apenas perceptible.
Inicialmente no pensamos que fuera la solución, sobre todo por el nombre: rodapié. Parece que estaba diseñado únicamente para instalarse como rodapié entre el suelo y la pared.
Pero revisando en profundidad las características técnicas ponía que estaba especialmente aconsejado para encuentros entre encimeras y paredes.
¡Lo habíamos encontrado!
Rodapié de PVC flexible para sellar la junta entre encimera y pared
El color del rodapié era ideal, muy parecido al de la encimera. Y eso que el nombre del color que tenía no se parece al que tiene la encimera. El nombre del color del PVC es color pino.Nuestra encimera es más bien roble claro, pero realmente este color es el más parecido que hemos encontrado.
En cuanto a su aspecto, el rodapié viene enrollado, con longitudes variables, aunque nosotros cogimos la longitud de 10 m, por si acaso.
El tacto del material es flexible pero robusto, con cuerpo.
Tiene una enorme flexibilidad que le permite adaptarse a cualquier forma o alabeo que tenga la encimera o la pared. Realmente con esta flexibilidad y el pegamento superfuerte que tiene no hemos tenido ningún problema de resquicios sin cerrar.
La otra virtud que hemos observado es la del pegado. Viene con láminas autoadhesivas que tienen un pegamento bastante fuerte. Tiene 2 láminas de pegamento, una para la parte superior y otra para la inferior. Al pegarlo hemos observado que luego es difícil despegarlo. Con el tiempo tampoco hemos tenido problemas de despegues.
El rodapié viene además ya con un doblez ejecutado de fábrica, lo que permite colocarlo más fácilmente todavía.
Este doblez deja a un lado 2,3 cm y al otro lado 3,2 cm. En total son 5,5 cm. Podemos elegir la instalación con la parte amplia en la encimera o al revés. Nosotros hemos preferido dejar la parte más estrecha, de 2,3 cm, en la pared, así es todavía menos visible. Pero se puede hacer al revés, claro.
En cuanto a características que garantiza el fabricante están las relativas a la resistencia ala humedad, al moho, a productos químicos, al fregado, etc.
Pero, ¿y qué pasa con el resto de la junta?
En el resto de la cocina el tamaño de la junta era realmente pequeño. De alrededor de algunos milímetros. Medio centímetro como muchísimo en algún punto muy concreto.Es por esto que no decidimos poner este sistema de rodapié flexible en toda la cocina.
Hay una solución sencilla para sellar juntas y que utilizamos muchas veces: la silicona.
Pues sí, decidimos probar con una silicona especial baño y zonas húmedas, y color translúcido.
Echar la silicona tampoco tiene mucho misterio: limpiar bien los labios de la junta. Echar la silicona de forma contínua y sin paradas. Finalmente quitar los posibles excesos con el dedo un poco enjabonado (para evitar que se pegue a los dedos). ¡Y listos!
El resultado de la junta siliconada también ha sido espectacular. La verdad es que apenas se nota que haya ninguna junta ahí.
En realidad parece como si la encimera estuviera encastrada en la pared.
Y en cuanto a su función de evitar que líquidos y restos caigan por detrás, pues lo cumple a la perfección.
Quitar el copete de una encimera: Valoración final
El resultado de quitar el copete de la encimera y la sustitución de éste por un sistema de junta de PVC flexible y por un cordón de silicona no puede ser mejor.La cocina ha ganado bastante en su aspecto visual: más limpia, más sencilla, más integrada.
En cuanto a aspectos prácticos y más funcionales, la junta de PVC y la silicona funcionan muy bien e impiden el paso de líquidos y restos por detrás de los muebles de cocina.
Seguro que hay otras soluciones, como la de encontrar un copete imitación madera con el color adecuado. Pero en nuestro caso estamos muy contentos con el resultado.
La encimera parece casi una encimera encastrada de obra.
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