Junto al material de los perfiles, seguramente te hayan recomendado la opción del doble acristalamiento, ¡buen consejo! Y no solo lo decimos por las pérdidas energéticas, sino por el ruido, que cuando se vive en el centro de una ciudad o próximo a una carretera, se convierte en un problema bastante habitual.
Pero hoy no venimos a hablar de los materiales que componen la ventana en sí, sino de los tipos de apertura que podemos encontrar, y, en concreto, de las ventanas correderas, tanto de sus ventajas, como de sus inconvenientes. Pero, antes de eso, ¿qué tipo de aperturas existen?
1. Las practicables, es decir, ventanas que abren girando sobre herrajes que pueden estar en un lateral (giro vertical) o en la parte inferior del perfil (ventanas abatibles). Permiten una apertura total, y su cierre garantiza una gran estanqueidad y buen aislamiento.
2. Las oscilobatientes, es decir, combinan las dos opciones antes mencionadas: apertura de giro vertical y apertura abatible. ¡Son perfectas para realizar de forma diaria la tan necesaria ventilación! Recordad, 10 minutos cada día, abriendo ventanas enfrentadas de la casa, y podréis garantizar un aire fresco y renovado recorriendo vuestros hogares, además de mantener a raya la condensación.
3. Las pivotantes, un modelo menos común, que gira por completo alrededor de un eje central.
4. Las plegables, que se encojen en forma de acordeón.
5. Las puertas correderas o deslizantes, que son las que hoy nos atañen. Probablemente sea el modelo que más has podido ver en los hogares, y es que sus ventajas las han convertido en un modelo muy demandado:
- ¿Qué queremos tener de sobra todos en casa? Eso es, espacio, pero por lo general no suele ser lo habitual. Es por eso que toda medida que nos permita o bien ahorrarlo, o bien aprovechar el que tenemos al máximo, será bienvenida. De este modo, las ventanas correderas no necesitan dejar al descubierto la zona necesaria para su apertura, como ocurre con las practicables, por lo que no será relevante lo que tengamos delante o debajo de la ventana. Esta se abrirá sin ningún problema.
- Cuando hay niños pequeños en casa y estos empiezan a caminar, los picos y esquinas de muebles y ventanas son una preocupación constante para los progenitores. Con las ventanas correderas nos ahorraremos este problema.
- ¡Increíbles ventanales con vistas infinitas! Así es, este tipo de modelos ofrecen un mayor tamaño de hoja con más porcentaje de vidrio, frente a los perfiles que son necesarios en las opciones abatibles.
Sin embargo, como casi todo en la vida, lo que tiene ventajas también suele tener algún que otro inconveniente. Aquí te los contamos para que los tengas en cuenta a la hora de tomar la decisión:
- Frente a las ventanas abatibles, no se pueden abrir del todo, lo que dificulta en gran medida la limpieza y mantenimiento del vidrio exterior.
- Las abatibles ofrecen un mejor aislamiento que las correderas, ya que estas últimas presentan juntas de cepillo, que impiden una hermeticidad similar.
- Del mismo modo, su capacidad para aislar del ruido es inferior.
Teniendo en cuenta los pros y los contras de este tipo de ventanas, si te has decidido por esta opción, estas son las cuestiones que tienes que tener en cuenta a la hora de elegirla:
- La calidad de los materiales.
- La trasmitencia térmica U, es decir, el calor que pasa a través de la ventana. Lo correcto se encuentra en 1,8 W/m²K.
- La hermeticidad. Nunca llegará a la de una ventana abatible, pero sí podemos conseguir una buen estanqueidad con modelos de clase 3.
Recuerda que aquí podrás encontrar más consejos para garantizar el aislamiento de tu vivienda.