Cómo limpiar la plata
1. Lavar los objetos uno a uno en agua caliente con detergente, utilizando una esponja o una bayeta suave. Enjuagar y secar bien para evitar que se oxiden.
2. Los objetos nuevos o bien cuidados pueden abrillantarse con un paño suave, pero se obtienen mejores resultados con un pulidor especial para plata en forma de pasta; crema o paño impregnado.
3. Para limpiar recovecos y lugares inaccesibles, se puede usar un pincel o un cepillo de dientes de cerdas muy suaves.
4. Finalmente, frotar con un paño limpio para eliminar todos los restos del producto pulidor. La plata debe quedar limpia y brillante.
Metales plateados
La plata Sheffield se consigue cubriendo con una capa de este metal chapas planas de cobre, con las que se pueden realizar luego objetos plateados. Con la irrupción del chapeado electrolítico un siglo después, este sistema cayó en desuso.
El chapeado electrolítico es un proceso químico a través del cual se pueden recubrir de plata objetos fabricados en metales más baratos, dándoles una apariencia similar a los de plata maciza. Sin embargo, suelen llevar marcas distintivas para diferenciarlo.
El mantenimiento de estos metales es muy semejante al de la plata. Pero deben utilizarse sólo productos específicos y evitar los abrasivos o los pulimentos muy agresivos. También está indicado el baño químico, en especial para limpiar objetos muy sucios o desgastados.
Las cremas para replatear sólo son efectivas para recubrir pequeñas zonas. Las piezas muy deterioradas deberán volver a platearse en un taller especializado.
Mantenimiento de los metales plateados
1. La limpieza se deberá realizar en un barreño con agua y jabón. Los objetos se lavan uno a uno para evitar que se rayen, y se secan inmediatamente. Para pulirlos se utiliza una gamuza o un paño de algodón.
2. Para eliminar la capa oscura que se produce al oxidarse la plata, se deben utilizar limpiametales no abrasivos específicos para chapeados, ya que no desgastan su recubrimiento.
3. Los pequeños arañazos y las zonas desgastadas se reparan aplicando cremas especiales que recubren de nuevo las zonas deterioradas con una nueva película de plata.
Metales cromados
El cromo se utiliza, sobre todo, para recubrir y proteger otros metales, creando una capa brillante, impermeable e inoxidable.
Para la limpieza rutinaria basta con un paño humedecido en agua. Si la pieza está muy sucia, se puede añadir un detergente suave.
La suciedad incrustada desaparece con un producto de limpieza para vitrocerámicas. La leve decoloración del cromo se elimina con unas gotas de amoniaco rebajado en agua.
Los cromados se pueden pulir, en caso de que pierdan su brillo, pero no conviene frotarlos nunca con abrasivos. Los pulimentos para cromados se venden habitualmente en tiendas de productos para el automóvil.
Los cromados no se oxidan, pero pueden picarse (debido a una deficiente preparación del metal base). Para su tratamiento hay que utilizar un pulimento especial. Si el daño es profundo, lo mejor es llevar la pieza a un establecimiento especializado para volver a cromarla.
Metales dorados
El dorado es un finísimo recubrimiento de oro sobre metales de inferior valor. Se utiliza para cubrir joyas o piezas de adorno. El dorado puede ser total o parcial (recubre sólo una parte del objeto). El oro es un metal fácil de mantener, puesto que no se oxida; basta con lavar los objetos con agua jabonosa y secarlos con un paño suave, evitando rayarlos. Debido a que la fina capa de las piezas doradas se desgasta con facilidad, no se deben frotar mucho ni usar elementos abrasivos.
Metales niquelados
Rara vez se encuentra un objeto de níquel, aunque sí son frecuentes las piezas niqueladas, que no se oxidan.
Para limpiar el níquel, además de los limpiametales ordinarios, se puede utilizar una pasta realizada con blanco de España y alcohol de quemar con la que se frota el objeto.
Si la pieza está muy estropeada y sin brillo, se sumerge en una mezcla a partes iguales de petróleo y aceite. Luego, debe pulirse con blanco de España mezclado con amoniaco y un poco de aceite. Dejar secar y abrillantar con un paño seco.
Metales galvanizados
El galvanizado es un proceso de recubrimiento de los metales con zinc, que los protege y evita su oxidación y corrosión. Los metales galvanizados tienen un color grisáceo mate, poco atractivo, por lo que con frecuencia se recubren de pintura. Para conseguir una buena adherencia en nuestro servicio de cerrajeros en La Felguera 24h te aconsejamos aplicar previamente una capa de imprimación fosfatada.
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